Búsqueda avanzada
  • Tipo de contenido

  • Categorías

  • Autor

  • Limpiar filtros

Sin forzar el paso

Te seguiré a donde me lleves, sin adelantarme sin forzar el paso. Sabiamente ignorante, iré donde no sé, puesto el corazón en ti te seguiré.

Descubriendo lo importante

Aprendiendo a descubrir lo que de verdad es importante en mi vida. Viviendo el sobresalto, la indecisión, la incertidumbre y la descoordinación. No acertando a superar la duda de si uno es realmente un estorbo cuando se siente llamado a hacerse presente con la mejor voluntad en momentos delicados de otras personas. ¡Qué dificil se hace romper mis planes para adecuarlos a lo que intuyo que Dios me pide! Hoy agradezco a Dios que me conduzca por este camino para enseñarme a descubrir lo que realmente es importante en mi vida.

Lectio Divina 2015-03-08: «Él sabía lo que hay dentro de cada hombre.»

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 2, 13- 25
 
Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: — Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre. Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «el celo de tu casa me devora». 
 
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: — ¿Qué signos nos muestras para obrar así? Jesús contestó: — Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. 
 
Los judíos replicaron: — Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días? Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de lo que había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la Palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía, pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
 
Palabra del Señor
 

Ángeles personales

Que se hagan presentes los ángeles personales que nos trajeron y traen el amor de Dios, acompañan nuestras vidas y custodian nuestra soledad. Por todos los que nos precedieron y siguen estando en nuestras vidas. Porque cuidan de nosotros y son medio eficaz del amor de Jesús de Nazaret. Que hoy os acompañen a todos.

Dejarse hacer

En Cuaresma nos afanamos con frecuencia en descubrir qué cosas debemos hacer o dejar de hacer, de qué cosas nos haría bien privarnos. En realidad, descubrir quién es Dios y en qué consiste la vida cristiana está mucho más relacionado con descubrir lo que Jesús de Nazaret hizo, quiere hacer y está deseando hacer por nosotros. Desde la comprensión vivencial e intelectual de la gratuidad de Dios, recibimos una llamada para hacer y dejar de hacer, para ayunar de lo que no nos hace felices, en agradecimiento por tanto bien recibido.

Lectio Divina 2015-02-29: «Es mi Hijo, ¡escuchadle!»

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 9, 2, 10
 
En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les apreció Elías y Moisés conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: — Maestro. ¡Qué bien se está aquí!

Lectio Divina 2015-02-22: «¡Creed en el Evangelio!»

LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 12- 15
 
En aquel tiempo el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás, vivía entre alimañas y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:
 
— Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creer en el Evangelio.
 
Palabra del Señor

 

Miércoles de Ceniza

Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma. Tiempo de ayuno, de privarse de aquello que no nos trae la felicidad aunque lo deseemos fuertemente. Tiempo para pedir perdón y para perdonar, para saberse limitado, para pedir ayuda, para dejarse ayudar. Tiempo de conversión de cambio. Tiempo para querer y quererse, para observar y observarse. Tiempo para acompañar a quien lo necesita, para estar presente y no cerrarse a las necesidades ajenas. Tiempo para dejarnos apremiar por el amor de Cristo, buscando su rostro en quienes nos rodean. Tiempo para animarse a corresponder en los que tenemos cerca y lejos, el amor infinito de nuestro Creador que ama a todos los seres y no aborreces nada de lo que ha creado. ¿Cómo podríamos existir, si tú no quisieras y nos quisieras? Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma, tiempo de reconversión.

Pequeños grandes protagonistas

Cuando el gran general sirio Naamán contrajo la lepra, fue a ver al rey de Israel con regalos y fasto para que le curara. Pero el rey no sabía cómo atenderle. Fue la criada la que le dijo que fuera a ver a Eliseo. Cuando llegó a donde se encontraba Eliseo, él le mandó un criado diciéndole que se bañara siete veces en el Jordán, pero no le recibió personalmente. Enfurecido por semejante trato, se fue despotricando del Jordán en su orgullo de no ser recibido dado su rango. Fueron sus criados quienes le convencieron de que se bañara, que bien hubiera él aceptado hacer algo muy difícil. Y tras bañarse quedó limpio. Hoy doy gracias por los que hacen el papel de criados. Sus acciones aparentemente insignificantes son las que cambian la realidad. Y sus sensatas voces calladas son las que valen ser escuchadas.

Hablando cuando se me pregunta

En un curso de liderazgo y gestión de equipos nos pusieron un ejercicio en el que mi papel consistía en no dar la información de la que disponía a menos que alguien me pidiera por mi nombre que la diera. Al terminar el ejercicio puse de manifiesto que desempeñar este papel me resultaba familiar, porque espontáneamente lo hacía. Porque estoy acostumbrado a no hablar si percibo que no se me escucha y en lugar de hablar más alto para captar la atención, prefiero sólo hablar cuando alguien interesado me pregunte o escuche.