2014-03-20 Oración día 20 de Marzo de 2014

Invocación inicial (Todos)
-“El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed”
Padre, somos hijos tuyos y venimos a ponernos en tu Presencia; Levantamos las miradas de nuestros corazones hacia ti, te pedimos que nos escuches e inclines tu oído y todo tu ser hacia nosotros y todos los miembros de Crismhom.
Canto
-Levanto mis manos aunque no tenga fuerzas.
Levanto mis manos aunque tenga mil problemas.
-Cuando levanto mis manos comienzo a sentir

UTOPÍA (Eduardo Galeano)
El pasado jueves 14 de noviembre 2013 hemos tenido la celebración de acogida como miembro comprometido de un simpatizante de la comunidad. Recogemos aquí las palabras de nuestro Presidente y el rito celebrado. Ha sido un día de júbilo y esperanza, porque nuestra comunidad sigue creciendo.
Nos congregamos en oración ante el Señor como miembros y simpatizantes de CRISMHOM, comunidad cristiana de diversidad sexual y de carácter ecuménico, desde la que queremos vivir nuestra fe en unión con nuestra orientación afectiva; ambas son parte esencial de nuestra vida porque con ellas materializamos el amor, cualidad humana recibida de Dios.
CANTO: En el nombre del Señor nos hemos reunido (BIS)
La primera preocupación del hombre en general es la búsqueda ansiosa de lo necesario para dar seguridad a la existencia. Donde ponemos nuestra seguridad, ahí encontramos nuestro valor supremo, nuestros afanes, obsesiones y preocupaciones. Nuestros ídolos que a menudo mantenemos escondidos: el dinero, la ambición, el éxito profesional, yo como centro de todo, la tendencia a estar por encima de los demás, la pretensión de ser los únicos amos de nuestra vida, y muchos otros. Esta adoración idolátrica nos encierra en nosotros mismos e imposibilita la apertura a Dios y a los hermanos. Obsesión por competir, especular y acumular, frente a la vida y la relación desinteresada con los demás. El Reino empieza a estar presente entre nosotros cuando posibilitamos la fraternidad, cuando hay confianza y no competitividad, la ayuda es recíproca y el compartir espontáneo. Transformar la preocupación en ocupación. Creer en Dios, poner en Él nuestra confianza, es sostenernos en Él.
La libertad humana se verifica entrando en una relación de confianza con los demás y entregándose a ellos, y se deteriora cuando se encierra en sí misma. La libertad no es calculadora, sino que se realiza en el amor, que exige siempre gratuidad. Y sólo Dios es merecedor de un abandono y una confianza sin condiciones ni límites, porque en Él la libertad humana puede realmente expresar por completo su voluntad de entrega.
Dando gracias