La Paz de Dios Trino, la Paz de su Pueblo.

CANTO: En el nombre del Señor nos hemos reunido (BIS)
Cristo siempre está en medio de nosotros (BIS) 
Ved qué gozo que los hermanos se quieran (BIS) 
Qué hermoso es vivir unidos los hermanos (BIS)
Él es el perdón y olvida nuestras culpas (BIS) 
 
REFLEXION AUDIOVISUAL:  
Recibe hoy la Paz de Dios
 
 
LECTURAS : 
 
Lucas 2,14 
 
Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor
 
Juan 20,19-23 
 
Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo: 
–¡Paz a vosotros! 
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. 
Luego Jesús dijo de nuevo: 
–¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros. 
Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió: 
–Recibid el Espíritu Santo. 
A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar.
 
 
Santiago 3,18
 
Y los que procuran la paz, siembran en paz para recoger como fruto la justicia
 
Colosenses 1,20 
 
y por medio de Cristo quiso poner en paz consigo mismo al universo entero, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz.
 
Romanos 5,1 
 
Así pues, ya hechos justos gracias a la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo
 
Gálatas 5,22 
 
En cambio, el Espíritu da frutos de amor, alegría y paz; de paciencia, amabilidad y bondad; de fidelidad
 
Romanos 14,17 
 
Porque el reino de Dios no consiste en comer o beber ciertas cosas, sino en vivir en justicia, paz y alegría por medio del Espíritu Santo
 
Salmos 85:8
 
Escucharé lo que el Señor va a decir; 
pues va a hablar de paz a su pueblo, 
a los que le son fieles, 
para que no vuelvan a hacer locuras.
 
(Meditación del texto)
 
POEMA:  a 2 voces
 
Paz, virtud divina, la que el mundo anhela 
La que con sus fuerzas trata de obtenerla 
Por más que te esmeres, por mas que lo intentes 
Jamás de esa forma podrás poseerla. 
 
La paz no es palabras, ni ausencia de guerra 
La paz no se crea, tampoco se inventa. 
Con todo el dinero que existe en la tierra, 
Ni aun con tu vida, podrás obtenerla. 
 
Paz que sobrepasa todo entendimiento 
Aun para los sabios la paz es misterio. 
No es con la razón, no es el intelecto 
Jamás con tu mente podrás comprenderlo. 
 
La paz la da Dios, regalo del cielo 
Por gracia infinita que no merecemos 
Para los humildes, para los honestos 
Dádiva divina que no tiene precio. 
 
Busca la justicia, cree al Verdadero 
Entra en amistad con el Dios eterno 
Solo hay un camino, único sendero, 
Príncipe de paz, Jesús, el Cordero. 
 
Nuevas de gran gozo te traemos hoy 
Esa paz que anhelas; es la paz de Dios. 
Es la paz que sacia, es la paz que llena 
Recibe y disfruta ? La paz verdadera.
 
(Meditación del texto)
 
CANTO
Busca el silencio, 
ten alerta el corazón,
calla y contempla
 
LECTURA    Efesios 2:11-22
 
Así pues, vosotros, que no sois judíos y que sois llamados “incircuncisos” por los judíos –que circuncidan al hombre en el cuerpo y se llaman a sí mismos “circuncidados”–, recordad que en otro tiempo estabais sin Cristo, separados de la nación de Israel, y que no teníais parte en los pactos ni en la promesa de Dios. Vivíais en este mundo, sin Dios y sin esperanza. Pero ahora, unidos a Cristo Jesús por la sangre que él derramó, vosotros, que antes estabais lejos, habéis sido acercados. Cristo es nuestra paz. Él ha hecho de judíos y no judíos un solo pueblo, destruyendo el muro de enemistad que los separaba. En su propio cuerpo, Cristo ha puesto fin a la ley consistente en mandatos y reglamentaciones, y de ambos pueblos ha formado uno solo, nuevo y unido a él. Así ha hecho la paz. Por su muerte en la cruz, Cristo ha dado fin a las luchas entre ambos pueblos y los ha reconciliado con Dios, haciendo de ellos un solo cuerpo. Cristo ha venido a traer buenas noticias de paz a todos, tanto a vosotros, que estabais lejos de Dios, como a los que estaban cerca. Pues por medio de Cristo, unos y otros podemos acercarnos al Padre por un mismo Espíritu. Por eso, ya no sois extranjeros, no estáis ya fuera de vuestra tierra, sino que ahora compartís con el pueblo santo los mismos derechos, y sois miembros de la familia de Dios. Sois como un edificio levantado sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas; y el propio Cristo Jesús es la piedra que corona el edificio. Unido a Cristo, el edificio entero va levantándose en todas y cada una de sus partes hasta llegar a ser un templo santo, unido al Señor. Así también vosotros, unidos a Cristo, os unís todos unos a otros para llegar a ser por medio de su Espíritu un templo en el que Dios habita.
 
(Meditación  del texto por 15 minutos)
 
ORACIONES DE LA COMUNIDAD
 
EL PADRE NUESTRO (CANTADO)
 
ORACION FINAL
Señor Jesucristo, imploramos tu protección y  intercesión ante el Padre por toda la Comunidad LGTB, por todos aquellos hermanos nuestros que no se aceptan a sí mismos, que se sienten solos y sufren en la soledad, que son perseguidos por su orientación afectiva y sexual y que no son comprendidos ni aceptados en su entorno más cercano. Te damos gracias y te pedimos también por CRISMHOM, para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro en nuestra comunidad LGTB de Madrid.
 

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