Búsqueda avanzada
  • Tipo de contenido

  • Categorías

  • Autor

  • Limpiar filtros

A Jesús crucificado

No me mueve mi Dios para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido; muéveme ver tu cuerpo tan herido muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo yo te amara y aunque no hubiera infierno te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

Cristo no tiene otro cuerpo que el tuyo

Cristo no tiene otro cuerpo que el tuyo. Ni manos, ni pies en la tierra sino los tuyos.

Tuyos son los ojos con los que Él mira compasivo a este mundo.

Tuyos son los pies con los que camina a hacer el bien.

Tuyas son las manos con las que bendice a todo el mundo.

Tuyas son las manos. Tuyos los pies. Tuyos los ojos.

Tú eres su cuerpo. Cristo no tiene ahora en la tierra otro cuerpo que el tuyo.

(Atribuido a Santa Teresa de Ávila)

Ante lo inevitable

Hay veces que me asombro de la naturaleza, el espíritu y sus múltiples posibilidades de combinación y expresión.
Si. El género humano, al final, es  tonto en querer deshumanizar lo espiritual.

2018-18-02 «Jesús tentado en el desierto»

El evangelio del primer domingo de cuaresma tiene dos partes: la tentación de Jesús en el desierto y el comienzo de la predicación de Jesús en Galilea. Me voy a fijar solo en la primera parte: la tentación en el desierto.
Jesús ha recibido en el bautismo el Espíritu que ahora le empuja al desierto, lugar de duras pruebas, de tentación de Satanäs, y a la vez ,lugar del encuentro con Dios. Jesús estuvo 40 días en el desierto evocando los 40 años de Israel por el desierto hasta entrar en la tierra prometida. Cuarenta años era el tiempo de una generación en la época de Jesús. Esto significa que Jesús fue tentado por el Maligno a lo largo de toda su vida. Antes de iniciar su ministerio público, Jesús es tentado por el Demonio en su función mesiánica.  
En el Evangelio según San Marcos el desierto es una reconstrucción del paraíso original. Jesús es acompañado y vive en armonía con las fieras salvajes. Los ángeles le sirven y le administran alimentos. En este contexto Jesús, como Adán, es tentado por Satanas.

A propósito de los reportajes de Alfa y Omega y Vida Nueva sobre la ideología de género

En los últimos meses y desde medios de comunicación de la Iglesia Católica  (Vida Nueva, Alfa y Omega) se ha solicitado la colaboración de CRISMHOM para realizar entrevistas a personas LGTBI católicas y pedir su opinión sobre su pertenencia a la Iglesia y las dificultades que experimentan. En ambos casos, nuestra  Comunidad ha estado dispuesta a participar, y fruto de ello ha sido la aparición de los testimonios de alguno de sus socios y simpatizantes en el número 3.061 de diciembre-17 de Vida Nueva y el 1.060 de Alfa y Omega de 15 de febrero (vid infra).
 
Tenemos que decir que es alentador que desde las instituciones eclesiales se haya iniciado un deshielo en las relaciones con el colectivo LGTBI creyente, pero también, muy alto y muy claro, que eso no es suficiente. En ambos números, el capítulo de las entrevistas se enmarca en un reportaje más amplio en el que se ataca lo que ellos llaman la ideología de género y los derechos de las personas LGTBI, así como su visibilización en los centros educativos (ver en enlace Alfa y Omega, páginas 10, 11 y 12).

Sobre la ternura de los gestos diarios

Contemplando a una pareja con un niño pequeño cogido por su madre en brazos según tomaba hoy el metro en la mañana para ir a trabajar. Veo al chico que según se sientan mira al pequeño, estira su mano y le acaricia el pié. Veo cómo se miran y sonríen. Él se reclina sobre el hombro de su chica, estira su brazo por detrás de ella cogiéndola y con la otra mano le hace carantoñas al pequeño, vuelve a reclinar su cabeza sobre el hombro de la chica. Veo cómo se miran y sonríen. Una imagen sencilla, diaria. Sin embargo, despierta en mí una gran ternura.

Las cenizas y el gozo

 Hoy con ilusión me he despertado para ir a misa temprano. Hoy miércoles de ceniza, hoy día del Amor.

Esta cuaresma me encuentra, ya desde hace unas semanas, con la espera ansiosa y gozosa de comenzarla.  Cosas de la gracia.
Así, con los brazos abiertos y las alas del alma, solo hay gozo en mi corazón.
Porque la conversión siempre es necesaria, porque no vamos a Dios sino que YA estamos en Dios y una limpieza de su casa, nuestro corazón, es la mayor ofrenda que podemos darle desde la gratitud. 
Hoy con gozo he recibido estas cenizas de amor.
 

 

2018-04-02 «Los cristianos Lgtbi como discípulos de Jesús están llamados a ser instrumentos de sanación «

El evangelio nos describe una jornada de la vida pública de Jesús en tres escenas:
1.-La curación de la suegra de Pedro. El escenario ha cambiado ya no es la sinagoga sino la casa, lugar profano. Allí también se va a manifestar la soberanía de Dios a través de la sanación de la suegra de Pedro. Que la mujer estuviera postrada en la cama con fiebre significa que estaba grave. Jesús en un gesto típico, la toma de la mano y la levanta. Con este signo Jesús manifiesta que la soberanía de Dios manifestada en la curación de la mujer se produce también en el ámbito profano, en la vida cotidiana. La mujer inmediatamente se pone a servirles. Es la característica propia y fundamental de discípulo: el servicio gratuito y callado.
2.-Un sumario de la actividad de Jesús centrado en sanaciones.  Al anochecer cuando la ley del sábado ya se había terminado y estaba permitido desplazarse, llevan a Jesús a todos los enfermos para que lossane. En esta escena se pasa de la curación individual a otras curaciones en masa.Jesús hace presente el reino de Dios a través de la liberación integral de la persona, incluida su sanación. Es la irrupción de la soberanía de Dios que va venciendo al mal ya en este mundo. Aparece aquí el misterio del enfermo no sanado. Aunque le llevaron todos los enfermos, Jesús curo a muchos pero no a todos. Es el misterio desgarrador de la enfermedad que no es sanada y que tiene que afrontarse desde el abandono y la confianza total en Dios.

Confiando en los planes de Dios

Confiando en el plan de felicidad que el de Arriba tiene pensado para cada uno con un cariño inmenso. Habitualmente ese plan va mucho más allá que mis torpes intuiciones humanas. Mis planes no son tus planes. Hoy, mi queridísimo Señor, quiero abrirme con confianza a tus planes, a lo que detecto en mi vida cotidiana que proviene de ti para que vayas haciendo mi vida feliz a tu gusto. Contemplando y acogiendo con agradecimiento los sucesos de mi vida y los cruces con otras vidas, personas que pones a mi lado. GRACIAS, mi queridísimo Señor, por estar ahí junto a mí.

2018-02-11 «Las personas LGTBI son vasijas bien hechas por las manos del Alfarero Divino»

El evangelio nos describe la primera actividad de Jesús en Galilea que es la curación de un leproso. La lepra era considerada como uno de los peores males que uno podía sufrir. El leproso era como un muerto viviente, tenía que vivir apartado de la ciudad y era considerado impuro, por lo que nadie podía encontrarse con él; el que se encontraba y tocaba a un leproso se convertía en una persona impura. La curación de un leproso era comparada con la resurrección de un muerto. Además de la lepra ritual, es decir, aquella que hacía que el leproso fuera  tenido por impuro, estaba la lepra moral, que consistía en que se creía  que el leproso había cometido un pecado grave y por eso Dios le había castigado con esta enfermedad. El leproso era un pecador público y estaba estigmatizado.
Desgraciadamente hoy los hombres y mujeres lgtbi siguen siendo tratados en algunos sectores de la sociedad y de la Iglesia como leprosos sociales, como seres impuros, pecadores y enfermos. Lo más grave es la interiorización de esta apreciación negativa que hacen algunos sectores sociales y eclesiales en personas Lgtbi cristianas que lleva a la culpabilización y al autorechazo, a que se consideren ellas mismas leprosos morales.