A propósito de los reportajes de Alfa y Omega y Vida Nueva sobre la ideología de género

En los últimos meses y desde medios de comunicación de la Iglesia Católica  (Vida Nueva, Alfa y Omega) se ha solicitado la colaboración de CRISMHOM para realizar entrevistas a personas LGTBI católicas y pedir su opinión sobre su pertenencia a la Iglesia y las dificultades que experimentan. En ambos casos, nuestra  Comunidad ha estado dispuesta a participar, y fruto de ello ha sido la aparición de los testimonios de alguno de sus socios y simpatizantes en el número 3.061 de diciembre-17 de Vida Nueva y el 1.060 de Alfa y Omega de 15 de febrero (vid infra).
 
Tenemos que decir que es alentador que desde las instituciones eclesiales se haya iniciado un deshielo en las relaciones con el colectivo LGTBI creyente, pero también, muy alto y muy claro, que eso no es suficiente. En ambos números, el capítulo de las entrevistas se enmarca en un reportaje más amplio en el que se ataca lo que ellos llaman la ideología de género y los derechos de las personas LGTBI, así como su visibilización en los centros educativos (ver en enlace Alfa y Omega, páginas 10, 11 y 12).
 
Desde CRISMHOM queremos manifestar nuestra solidaridad con las luchas que el colectivo LGTBI ha venido sosteniendo desde hace décadas para ser reconocidos como ciudadanos de pleno derecho, para reivindicar la plena visibilidad sin discriminación en todos los ámbitos de la vida social, la despatologización de las diversas orientaciones sexuales e identidades de género y el derecho a vivir y manifestarse abiertamente a cualquier edad y en cualquier contexto de acuerdo con la propia orientación e identidad sentida. Desde CRISMHOM nos congratulamos de los avances legislativos que han tenido lugar en nuestro país y los reivindicamos con firmeza.
 
La “ideología de género” es un término confuso, inventado en medios de la Iglesia y que no es reconocido como válido ni portador de conocimiento en ningún ámbito académico en los que se estudia la teoría de género. La palabra género es una palabra científica, surgida entre los estudiosos de la ciencias sociales, que está perfectamente contrastada y aceptada y que no debe ser objeto de manipulación al servicio de la desinformación y la confusión.
 
Los artículos yerran constantemente al afirmar que las leyes aprobadas por los diferentes parlamentos en materia LGTBI buscan confundir e implantar ideologías. Nada más lejos de la realidad. Educar en la igualdad y en el conocimiento de la diversidad afectivo-sexual y de género redunda en construir una sociedad más cercana al Evangelio. La identidad no se cambia, puesto que no es algo que se aprende. Lo que sí se aprende es a discriminar.
 
Los católicos LGTBI no queremos de nuestra iglesia una misericordia paternalista, que nos acoja individualmente como a ovejas descarriadas, sino el inicio de un diálogo franco y sin prejuicios; que reconozca el inmenso daño causado desde la institución a las personas y que deponga actitudes dogmáticas, rígidas e ignorantes para ir aceptando todo lo que las ciencias sociales nos han enseñado sobre la diversidad sexual humana y para, abriéndose así a los signos de los tiempos y al soplo del Espíritu, desarrollar una nueva teología de la creación que incluya la realidad LGTBI y haga realidad la auténtica acogida que Dios, a través de Jesús, siempre dispensó a todos los seres humanos.
 
Junta Directiva de CRISMHOM
junta_directiva@crismhom.org
 

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