2019-01 Intención de oración del mes de Enero
Por la paz
«Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros» (Lc 10,5-6).
Por la paz
«Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros» (Lc 10,5-6).
Hace unas semanas, ante los proyectos del nuevo año, me sentí agobiado. No es una sensación común en mí pero me invadió. Los servicios y los deseos se acumularon y puse manos a la obra en la organización de este primer semestre del 2019.
Caminando por la calle estaba reflexionando en ello y rezando. En un momento me invadió esta extraña sensación y hablando con Jesús le dije: ¿Estás conmigo para todo esto?
Inmediatamente surgió de mi interior la respuesta: ¿TÚ estás conmigo?
El agobio desapareció con esta «colleja».
Evangelio según san Lucas (Lc 3, 15-16 . 21-22) En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías; Juan dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego». En un bautismo de todo el pueblo, Jesús también se bautizó. Y mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma; y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto».
Evangelio según san Mateo (2,1-12) Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.» Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque está escrito en el profeta: «Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel.»» Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: «Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.» Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
El mundo no es un pastel que yo me tenga que comer. El otro no es un objeto que yo puedo utilizar. La Tierra no es un planeta preparado para que yo lo explote. Yo no soy un monstruo depredador. Por eso he decidido ponerme en pie y abrir los ojos. He decidido comer y beber con moderación, dormir lo necesario, escribir únicamente lo que contribuya a hacer mejores a quienes me lean, abstenerme de la codicia y no compararme jamás con mis semejantes ([48] Biografía del Silencio, Pablo d’Ors).
Evangelio según san Lucas (2,16-21) En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Mucho/as son los santos inocentes que al día de hoy siguen muriendo.
Un año más y una noche más me ha acompañado este vídeo. La conmemoración del nacimiento de este niño me ha llenado de ternura pero es al HOMBRE en que se convirtió al que amo, admiro, respeto y reverencio. GLORIA IN EXCELSIS DEO
Por estos lares ya se celebra el nacimiento de un hermoso niño/hombre/Dios que cambió el mundo de occidente y muchas vidas (entre ellas la mía).
Hace décadas que mi primera celebración en este día está dedicada al vientre que parió a ese niño/hombre/Dios: María de Nazaret.
Alégrate María… Llena eres de Gracia… El Señor está contigo… Bendita tú eres entre todas las mujeres y Bendito el fruto de tu vientre…
Gracias a ti mi corazón está encendido.