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2020-08-16. 20º domingo TO. “Mujer, ¡qué grande es tu fe!”

cananeaEvangelio según san Mateo (15, 21-28)  En aquel tiempo Jesús salió y se retiró a la región de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo». Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando». Él les contestó: «Solo he sido enviado a las ovejas descarriadas de Israel». Ella se acercó y se postró ante él diciendo: «Señor, ayúdame». Él le contestó: «No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos». Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de los amos». Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas». En aquel momento quedó curada su hija.

Miércoles XIX del Tiempo Ordinario

Mt 18, 15-20 Creo que la lectura de este texto desde la clave de la corrección fraterna (¿realmente fraterna?), no es lo más correcto, aunque parezca lo más básico, y sea lo más llamativo.  Me disgusta profundamente la lectura moralista del Evangelio y de toda la Palabra.  Creo que la clave está en la llamada …

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2020-08-09. 19º domingo TO. “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!”

animo no tengais miedoEvangelio según san Mateo (14, 22-33)  Enseguida Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche estaba allí solo. Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!». Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre el agua». Él le dijo: «Ven». Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame».  Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?». En cuanto subieron a la barca amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios».

Por siempre Clara

 Hoy se celebra a Clara de Asis. Algunos opinan que Clara de Asís fue opacada por Francisco, pero esta mujer tiene historia propia con desafíos igual o más importantes que los de Francisco.   “Os bendigo en mi vida y después de mi muerte, en cuanto puedo y más aún de lo que puedo, con …

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Domingo XIX del Tiempo Ordinario

Mt 14, 22-33

Me gustaría hoy tener en cuenta dos pequeñas frases del Evangelio: «pasó la noche a solas, orando» y «ánimo, soy yo, no temáis» 

Después de alimentar a un grupo grande de personas, Jesús se queda sólo: despide a la gente y a sus discípulos. Y busca la única compañía que le hace falta: el Padre. ¿Qué encontraría el Señor en la soledad, en lo alto del monte, a solas? 

Es sorprendente cómo el Señor busca esos momentos de continuo, el encuentro con Dios, con el Misterio y la fuente de la vida. Cuanto nos cuesta buscar y vivir esos momentos tan intensos de soledad y a la vez de comunión…

Pero unido a esa experiencia de encuentro con Dios, Jesús vive otra experiencia: se hace presente en mitad de la tormenta, de lo que amenaza a todo ser humano simbolizado en la oscuridad, el mar, la inseguridad de las aguas revueltas, el huracán. 

Hoy os invito a contemplar así a Jesús: el hombre lleno de Dios que se hace presente en mitad de nuestras oscuridades, y nos dice «no temáis, soy yo». 

Contemplar el Evangelio, hacer silencio interior y exterior, visualizar paso a paso este pasaje, dejarnos empapar y llenar por él. 

Acojámos al señor en nuestra vida.

Programa de formación 2020/21

El hilo conductor de la formación de CRISMHOM para el curso 2020/21 tiene el título: «Desafíos y contribuciones del movimiento LGTBI en la cultura occidental». Este hilo conductor nos invita a recorrer algunas figuras, realidades vitales, escritos y pensadores que surgen en torno al movimiento LGTBI, su contribución e influencia en la cultura occidental y su …

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2020-08-02. 18º domingo TO. “Comieron todos y se saciaron”

panes y pecesEvangelio según san Mateo (14, 13-21) En aquel tiempo Jesús se marchó de allí en barca, a solas, a un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió por tierra desde los poblados. Al desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren comida». Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer». Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces». Les dijo: «Traédmelos». Mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Domingo XVII del Tiempo Ordinario

Mt 13, 44-52. Me encantan estas parábolas.  Me identifico mucho con la parábola de la perla. Tal vez por mi alma de coleccionista. Creo que el encuentro con Dios es esa gran perla preciosa. Durante el confinamiento creo que eso fue lo que me salvó, a nivel humano y a nivel espiritual. Pero conforme se …

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2020-07-26. 17º domingo TO. Parábolas del tesoro y de la perla. Parábola de la red

parabolasEvangelio según san Mateo (13, 44-52)  En aquel tiempo Jesús dijo a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra. El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Habéis entendido todo esto?». Ellos le responden: «Sí». Él les dijo: «Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo».