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Domingo XIX del Tiempo Ordinario

Mt 14, 22-33

Me gustaría hoy tener en cuenta dos pequeñas frases del Evangelio: «pasó la noche a solas, orando» y «ánimo, soy yo, no temáis» 

Después de alimentar a un grupo grande de personas, Jesús se queda sólo: despide a la gente y a sus discípulos. Y busca la única compañía que le hace falta: el Padre. ¿Qué encontraría el Señor en la soledad, en lo alto del monte, a solas? 

Es sorprendente cómo el Señor busca esos momentos de continuo, el encuentro con Dios, con el Misterio y la fuente de la vida. Cuanto nos cuesta buscar y vivir esos momentos tan intensos de soledad y a la vez de comunión…

Pero unido a esa experiencia de encuentro con Dios, Jesús vive otra experiencia: se hace presente en mitad de la tormenta, de lo que amenaza a todo ser humano simbolizado en la oscuridad, el mar, la inseguridad de las aguas revueltas, el huracán. 

Hoy os invito a contemplar así a Jesús: el hombre lleno de Dios que se hace presente en mitad de nuestras oscuridades, y nos dice «no temáis, soy yo». 

Contemplar el Evangelio, hacer silencio interior y exterior, visualizar paso a paso este pasaje, dejarnos empapar y llenar por él. 

Acojámos al señor en nuestra vida.

Programa de formación 2020/21

El hilo conductor de la formación de CRISMHOM para el curso 2020/21 tiene el título: «Desafíos y contribuciones del movimiento LGTBI en la cultura occidental». Este hilo conductor nos invita a recorrer algunas figuras, realidades vitales, escritos y pensadores que surgen en torno al movimiento LGTBI, su contribución e influencia en la cultura occidental y su …

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2020-08-02. 18º domingo TO. “Comieron todos y se saciaron”

panes y pecesEvangelio según san Mateo (14, 13-21) En aquel tiempo Jesús se marchó de allí en barca, a solas, a un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió por tierra desde los poblados. Al desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren comida». Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer». Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces». Les dijo: «Traédmelos». Mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Domingo XVII del Tiempo Ordinario

Mt 13, 44-52. Me encantan estas parábolas.  Me identifico mucho con la parábola de la perla. Tal vez por mi alma de coleccionista. Creo que el encuentro con Dios es esa gran perla preciosa. Durante el confinamiento creo que eso fue lo que me salvó, a nivel humano y a nivel espiritual. Pero conforme se …

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2020-07-26. 17º domingo TO. Parábolas del tesoro y de la perla. Parábola de la red

parabolasEvangelio según san Mateo (13, 44-52)  En aquel tiempo Jesús dijo a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra. El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Habéis entendido todo esto?». Ellos le responden: «Sí». Él les dijo: «Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo».

Miércoles XVI del Tiempo Ordinario: Santa María Magdalena.

Jn 20, 1-2. 11-18 Creo que es uno de los pasajes más bellos de la Escritura. Podríamos ir frase tras frase, y creo que cada una de ellas tiene algo que decirnos.  Pero para contemplar hoy podríamos quedarnos en dos ideas.  María va buscando un cuerpo muerto rota por el dolor: Aquel a quien quiere …

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Martes XVI del Tiempo Ordinario

Mt 12, 46-50 Aparentemente, parece que Jesús desprecia a su Madre y parientes. Pero creo que la cosa va más allá.  Lo que realmente hace el Señor es ampliar su círculo familiar (cuántas veces nos sentimos más cercanos a amigos que a familiares de sangre). Por ello hoy al contemplar este pasaje evangélico la convocatoria …

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Lunes XVI del Tiempo Ordinario

Mt 12, 38-42 Parece una lectura difícil, pero creo que el Señor hoy nos pide que volvamos los ojos a Él.  Ante la petición de los fariseos, «queremos ver un milagro», se mantiene la oferta de Jesús: aquí hay uno mucho mayor que Salomón o Jonás.  ¿Qué hicieron los habitantes de Ninive o la reina …

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2020-07-19. 16º domingo TO. Tres parábolas: cizaña, grano de mostaza y levadura

trigo y cizañaEvangelio según san Mateo (13, 24-43Jesús les propuso otra parábola: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”. Él les dijo: “Un enemigo lo ha hecho”. Los criados le preguntan: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. Pero él les respondió: “No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”». Les propuso otra parábola: «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno toma y siembra en su campo; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un árbol hasta el punto de que vienen los pájaros del cielo a anidar en sus ramas». Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta». Jesús dijo todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les hablaba nada, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo». Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Explícanos la parábola de la cizaña en el campo» (…)