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Una sortija que me gustaba mucho

Una monja de clausura, me dijo que cuando se sintió llamada, tenía unas joyitas, una sortija que a ella le gustaba mucho. No sabía cómo decirle a su madre que ya no las tenía. ¿Qué ha pasado? ¿Las has perdido? ¿Te las han robado? No mamá, se las he dado a la Virgen para que las tenga ella. Y así, el Señor hizo que este pequeño trasto iniciara su servicio durante toda una vida. Un pequeño trasto, pero muy querido por Dios.

No a la negatividad y tristeza

Perdóname, Señor, porque en ocasiones me invaden sentimientos y pensamientos negativos y permito que aniden en mí. A veces se trata de la misma tristeza. Dejo que tomen el centro, me regocijo en ellos llegando incluso al abandono. El fruto es ansiedad, negatividad y tristeza, muy propios del mal espíritu. Con el deseo de erradicarlos, buscando los frutos del buen espíritu como paz, positividad y perdón.

Caer en mi sitio

Sin poder dudar que Dios está presente y actúa en mi vida, de que siento un fuerte deseo de poner mi vida en sus manos, intento, sin acabar de lograrlo, de caer en mi sitio, encontrar el lugar apropiado para en todo amar y servir.

¿Quién soy?

¿Quién soy? Lo que realmente soy. No puedo depender de si mi trabajo o mis relaciones van bien o mal. ¿Cuáles son mis deseos más profundos? ¿Con qué sueño? En nuestra más honda intimidad se encuentra Dios. Allí es donde se nos revela. Dios es lo que nos supera y está fuera, pero también está en nuestro interior. San Agustín diría que no hay que buscar a Dios fuera, sino dentro de cada uno. Descubrir cuáles son nuestras raíces. ¿Cómo regar esas raíces? No podemos dar fruto sin ellas.

¿Cómo estoy?

¿Cómo estoy? Áreas de mi vida sobre las que tengo control o decisión. Quizá tendríamos que hacer un esfuerzo por concentrarnos en esto. Podemos tomar la decisión de estar de una y otra manera en el trabajo. Podemos sentirnos atrapados en nuestra realidad, pero poder trabajar cómo estamos (eso sí que tenemos capacidar de decidir). Qué actitud tomamos frente a nuestra realidad. ¿Cómo me voy sintiendo? ¿Estoy tenso o relajado? El carácter lo vamos formando día a día, poco a poco.

¿Dónde estoy?

¿Dónde estoy? Elementos de nuestra vida, situaciones que no podemos cambiar normalmente. Buena parte de nuestra vida la dedicamos en preocupaciones alrededor de dónde estoy. Es la parte más superficial. Se trataría de hacer una foto de mi vida.

2013-08-01 El Papa ha suspendido el juicio a los homosexuales

Religión DigitalHans Weisheit, 31 de julio de 2013 a las 19:10h. «Si una persona gay busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarle?» (papa Francisco)Si a los medios les ha llamado la atención la declaración del Papa sobre los gays, es porque han captado muy rápidamente que el mensaje que les llega es diferente. Nada ha cambiado en el contenido, todo ha cambiado en el acento y la forma. Nada más … y nada menos. Así resumiría yo lo que el Papa Francisco ha dicho de los homosexuales. Lo que dice el Catecismo permanece como antes. Pero en lugar de insistir reiteradamente en la parte de la condena y no remarcar la acogida, se pasa a dar lo primero por sabido e insistir en lo segundo. Y no hablemos del contexto, quitándole hierro y tomándose con humor lo del lobby. Y eso es mucho, porque los cambios de acentos pueden fomentar cambios de actitudes. El artículo sobre las declaraciones del Papa en el vuelo de regreso de la JMJ de Brasil a Roma está disponible aquí. Las reacciones del Área de Asuntos Religiosos de la FELGTB sobre estas declaraciones están disponibles aquí.

San Ignacio de Loyola

¡Feliz San Ignacio de Loyola! Que San Ignacio interceda y acompañe nuestra vida y nos ayude a discernir los signos de Dios en ella para en todo amar y servir.

Dios incuestionablemente me moviliza

Yo estoy en proceso de búsqueda, Dios incuestionablemente me moviliza, pero yo no acabo de poner nombre a mi inquietud, ¡llevo ya años! Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá. Porque pedimos, buscamos y llamamos, muy querido Señor nuestro, envía tu Espíritu Santo a los que te lo pedimos.

Los pobres me han enseñado a leer el evangelio.

Señor, perdóname, me he acostumbrado a ir a las villas miseria, sin embargo, yo puedo irme cuando quiero, pero ellos no.

Señor, perdóname, me he acostumbrado al olor de la basura; sim embargo, yo puedo alejarme de allí y ellos no.

Señor, perdóname, yo puedo hacer una huelga de hambre, pero ellos no, porque están siempre hambrientos.