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Ain Karem, Jesús

Tú eres palabra de vida, Jesús, maestro.
Tú eres salud y esperanza, Jesús, sanador.
Tú que deshaces nuestras ataduras, Jesús liberador.
Fuente de agua viva, mesa de paz, Jesús, nuestro Señor.

Ante tu nombre, Jesús, nuestras rodillas se doblan. Sólo en tu nombre, caminaremos y anunciaremos el Reino de Dios. Jesús, buen Jesús, nuestro Señor, Jesús.

Tú eres luz y camino, Jesús, maestro.
Tú eres perdón y refugio, Jesús, sanador.
Tú quien despierta nuestros oídos, Jesús, liberador.
Fuego en las entrañas, amor verdadero, Jesús, nuestro Señor.

Ante tu nombre, Jesús, nuestras rodillas se doblan. Sólo en tu nombre, caminaremos y anunciaremos el Reino de Dios. Jesús, buen Jesús, nuestro Señor, Jesús.

Tú eres nuestro sentido, Jesús, maestro.
Bálsamo y consuelo en nuestras heridas, Jesús, sanador.
Tú que nos hermanas colgado en un madero, Jesús, liberador.
Pobre entre los pobres, Dios hecho pequeño, Jesús, nuestro Señor.

Descubriendo mis límites físicos

Descubriendo mis límites físicos. Empezando a darme cuenta de que no puedo continuar con el mismo ritmo de actividad sin recibir señales de cansancio, falta de sueño e incluso sentirme mal físicamente de que es preciso bajarlo, encontrar espacios para mi propio gozo y disfrute. Viendo y experimentando que cada vez me cuesta más trabajo sacar adelante las cosas que hago. Señor, concédeme un NO por respuesta para que pueda haber síes más hondos cuando mi querido Señor me enseñe a cuidar de mí mismo.

Rompiendo la cadena de la venganza

Cuando Jesús nos exhorta a amar a nuestros enemigos, no se refiere a dejarse pisotear, sino a no dejarse gobernar por el mal que se nos hace, a no entrar en el juego de la venganza que nos pone al mismo nivel que nuestro enemigo. La misericordia rompe la cadena de la venganza.

María, madre de la fe

María, madre de la fe, no aparece en ningún momento en los evangelios como testigo de la resurrección de Jesús. En quien Dios sustentó su proyecto de Salvación, ¡bendita esperanza! transitó un camino de conversión como el que transitamos cada uno de nosotros. Dios necesitó la humildad y los cuidados de María, como los necesita de cada uno de nosotros para construir su Reino, mostrar su rostro, hacernos ocupar el lugar que nos corresponde como personas y abandonar el lugar que no nos corresponde como esclavos de las cuestiones intrascendentales que gobiernan nuestra vida. ¿Qué lugar ocupa María en nuestra vida?

La exposición

Todos necesitamos alguien que nos dé «kañita».

 

Frase que alguien voceó un cóctel inaugural de GMadrid Sports.

 

¡Otra de aviones!

 

Hablaba hace unos días con un aeromozo conocido. Quizá unos trabajos son más gais que otros, nuestros azafatos abundan.

 

―He estado esta mañana en la peluquería. Y hace diez días, lo mismo.

―¿Y eso?

―Es que a los azafatos nos crece más el pelo que al común de los mortales.

Aproximación a María

Aproximándonos a María con una mirada abierta más allá de la belleza e ingenuidad que solemos tener de ella. Joven virgen sin grandes pretensiones, probablemente analfabeta y con una fuerte vivencia de fe. Siguiendo la tradición de sus padres, se convirtió en la discípula por excelencia. Haced lo que Él os diga nos dice María en las bodas de Caná para hacernos llegar a Jesús. Aquí tienes a tu madre nos dice Jesús desde la cruz junto a Juan, para hacernos llegar a María. Desposada con un desconocido José en el pueblo de Nazaret del que se decía que nada bueno podía salir de él. Dijo un sí rotundo a una llamada a ser madre de un hijo concebido por la fuerza del Espíritu Santo, junto a un padre adoptivo que también creyó y quiso ponerse al servicio del proyecto de Dios. Jesús nace humanizando su divinidad y divinizando nuestra humanidad. José vela mientras que María guarda los acontecimientos incomprensibles en el interior de su corazón.

José Luis y José María, padres adoptivos.

    José María es maestro y psicopedagogo. José Luis, empresario de un pequeño comercio. Ambos conforman una pareja homosexual de Córdoba con 18 años de convivencia en común que en el año 2011 decidió iniciar los trámites para adoptar un niño. Querían convertirse en padres y la única opción posible en España para parejas …

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Señor, enséñame a protegerme

Señor, enséñame a protegerme. A no justificar a quienes me tratan o por quienes me siento tratado mal, injustamente. Aunque no haya mala intención en su corazón, sino incapacidad, limitación e inconsciencia cuando nos dañan. Deben saberlo por nosotros. Si no se lo decimos les hacemos y nos hacemos un flaco favor. Aprender a expresar con cariño a quienes nos hacen daño, que ha sido así, aunque sea levemente. Si no nos entrenamos para hablar sobre los pequeños malentendidos y males, no será mucho más traumático hablar de los grandes.