Señor, enséñame a protegerme

Señor, enséñame a protegerme. A no justificar a quienes me tratan o por quienes me siento tratado mal, injustamente. Aunque no haya mala intención en su corazón, sino incapacidad, limitación e inconsciencia cuando nos dañan. Deben saberlo por nosotros. Si no se lo decimos les hacemos y nos hacemos un flaco favor. Aprender a expresar con cariño a quienes nos hacen daño, que ha sido así, aunque sea levemente. Si no nos entrenamos para hablar sobre los pequeños malentendidos y males, no será mucho más traumático hablar de los grandes.


Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad