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«Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen»

Día litúrgico: Martes XXV del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 8,19-21): En aquel tiempo, se presentaron la madre y los hermanos de Jesús donde Él estaba, pero no podían llegar hasta Él a causa de la gente. Le anunciaron: «Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte». Pero Él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen».

No niegues un favor a quien lo necesita

Hijo mío, no niegues un favor a quien lo necesita,

si está en tu mano hacérselo.

Si tienes, no digas al prójimo:

«Anda, vete; mañana te lo daré».

No trames daños contra tu prójimo,

mientras él vive confiado contigo;

no pleitees con nadie sin motivo,

si no te ha hecho daño;

no envidies al violento,

ni sigas su camino;

porque el Señor aborrece al perverso,

pero se confía a los honrados (Proverbios 3, 27-30).

«Pone (la lámpara) sobre un candelero, para que los que entren vean la luz»

Día litúrgico: Lunes XXV del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 8,16-18): En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará».

Heridas

Confundidxs a veces, creemos que sanar nuestras heridas depende de hablar de espiritualidad y llenarnos de cosas espirituales. Muchas veces este es el camino de la negación o del escapismo. Muy al pesar de algunxs, la teología no invalida la psicología.

Sanar nuestras heridas depende de MIRARNOS, aunque duela, TRABAJARNOS, CAMBIAR CONDUCTAS  y sumergirnos en el valiente propósito de CONVERTIRNOS  en el hombre o mujer que deseamos SER.

«No podéis servir a Dios y al dinero»

Día litúrgico: Domingo XXV (C) del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 16,1-13): En aquel tiempo, Jesús decía también a sus discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda; le llamó y le dijo: ‘¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando’. Se dijo a sí mismo el administrador: ‘¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas’. 

«Lo que cae en buena tierra, son los que (…) dan fruto con perseverancia»

Día litúrgico: Sábado XXIV del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 8,4-15): En aquel tiempo, habiéndose congregado mucha gente, y viniendo a Él de todas las ciudades, dijo en parábola: «Salió un sembrador a sembrar su simiente; y al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino, fue pisada, y las aves del cielo se la comieron; otra cayó sobre piedra, y después de brotar, se secó, por no tener humedad; otra cayó en medio de abrojos, y creciendo con ella los abrojos, la ahogaron. Y otra cayó en tierra buena, y creciendo dio fruto centuplicado». Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga». 

2016-07-07 «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?»

«Maestro,¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?»

ORACIÓN DE ILUMINACIÓN

 

(Pastor) Cristo del Arco Iris, tú encarnas todos los colores del mundo. Losarco iris sirven como puentes entre el cielo y la tierra, el este y el oeste, lo convencional y lo no-convencional.

«Jesús iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios»

Día litúrgico: Viernes XXIV del tiempo ordinario

Santoral 16 de Septiembre: Santos Cornelio, papa, y Cipriano, obispo, mártires

Texto del Evangelio (Lc 8,1-3): En aquel tiempo, Jesús iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.