Lectio Divina 2014-02-16: Han oído que se dijo, pero yo les digo …
La aplicación básica del modo en que Jesús entiende la Ley se basa en el contraste entre la tradicional interpretación legalista, farisea/farisaica, y su propio punto de vista. “Han oído que se dijo…, pero yo les digo…” Paso a paso, Jesús escoge un número de cuestiones morales y trata de hacer que sus oyentes vayan a la raíz de los mandamientos. Jesús les insta (a ellos y, claro está, también a nosotros) a descubrir que, más allá de la mera observancia de las palabras de la Ley, hay un compromiso mucho más hondo con la voluntad de Dios. Los temas básicos son el homicidio y la ira; el adulterio, el divorcio y la lujuria; el juramento y la veracidad; venganza y la condescendencia; la reconciliación y el amor.
Desde CRISMHOM nos sentimos apenados, nuevamente, por declaraciones de este tipo, por parte de algunos de los jerarcas de la Iglesia Católica. Manifestamos un rechazo absoluto y profundo ante las convicciones y 

Mateo 3:13-17


La Epifanía del Serñor: En esta celebración, el signo que destaca es sin duda la actitud de los Magos, su respuesta a una llamada que les hizo abandonar su casa y su tierra en Oriente para buscar al rey de Israel. La pregunta que plantean y el lugar que visitan para encontrar al niño también merecen nuestra atención. El lado positivo es su deseo de encontrar y adorar a aquel cuya importancia les parece tan grande que no dudan en seguir una pista tan incierta como una estrella en el cielo, y viajar de noche (de nuevo la oscuridad) enfrentándose al peligro y la zozobra de lo desconocido. La dimensión negativa (como siempre, la paradoja) es el lugar donde buscan al niño. Su búsqueda sigue las reglas más estrictas de la lógica: ¿en qué otro sitio se ha de encontrar a un rey recién nacido sino en palacio? Y de nuevo (sí, la paradoja), tienen que abandonar la corte y la capital del reino y encaminarse a una aldea diminuta, a una casa humilde (Mateo no menciona ni el establo ni el pesebre), donde al cabo encuentran y adoran al rey recién nacido. Y ellos, varones “sabios”, observadores de signos en los cielos, encuentran la Verdad, la Sabiduría misma, la Palabra de Dios, encarnada en un niño, ¡un “infante”, incapaz de hablar!