2011-11-11: El buen samaritano
LITURGIA DE LA PALABRA
Ven, Espíritu de Dios, sobre mí
Me abro a tu presencia
Cambiarás mi corazón. (2)
Toca mi debilidad,
Toma todo lo que soy.
Pongo mi vida en tus manos
Y mi fe.
Poco a poco llegarás
A inundarme de tu luz.
Tú cambiarás mi pasado.
Cantaré.
2011-10-08: El banquete de bodas
CELEBRACIÓN DE LA PALABRA
CRISMHOM, 8 DE OCTUBRE DE 2011
Introducción
Todas las culturas religiosas han dado a la comida un sentido comunitario,
entre sus miembros o con la divinidad. En la Biblia el banquete es un gesto de
capital importancia. La comida humana significa fiesta, hospitalidad, amistad,
La misericordia del Señor es eterna
Este artículo contiene la oración realizada el jueves 22 de septiembre de 2011, cuyo título es «La misericordia del Señor es eterna».
Ven, Espíritu de Dios
Ven Espíritu de Dios y de tu amor enciende la llama.
Ven Espíritu de Amor, ven Espíritu de Amor.
Ven, Espíritu de Dios
Ven Espíritu de Dios y de tu amor enciende la llama.
Ven Espíritu de Amor, ven Espíritu de Amor.
Ven, Espíritu de Dios
Canción del coro de la Comunidad ecuménica de Taizé
2011-09-10: Sobre el perdón
Sábado 10 de Septiembre Celebración de la Palabra «Perdón es la fragancia que la violeta suelta, cuando se levanta el zapato que la aplastó»
Introducción
El Señor resucitó
!Gracias Piri! |
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Hoy el Señor resucitó y de la muerte nos libró.
ALEGRIA Y PAZ HERMANOS QUE EL SEÑOR RESUCITÓ.
Porque esperó Dios le libró y de la muerte lo sacó.
ALEGRIA Y PAZ HERMANOS QUE EL SEÑOR RESUCITÓ.
El pueblo en Él vida encontró la esclavitud ya terminó.
ALEGRIA Y PAZ HERMANOS QUE EL SEÑOR RESUCITÓ.
La Luz de Dios en Él brilló, la nueva vida nos llenó.
ALEGRIA Y PAZ HERMANOS QUE EL SEÑOR RESUCITÓ.
Con gozo alcemos el rostro a Dios que de Él nos llega salvación.
ALEGRIA Y PAZ HERMANOS QUE EL SEÑOR RESUCITÓ.
Pascua
Canto de entrada:
“Venite exultemus Domino, venite adoremus”
Reflexión de entrada
¿Por qué ni los discípulos ni María reconocen a Jesús en las primeras apariciones?
¿No tenía el mismo cuerpo? ¿O estaban tan cegados por la tristeza, por la desesperación, por la duda… que no le podían reconocer por ello? Es un misterio.
Y nosotros, ¿cómo reconocemos a Jesús Resucitado? Su presencia se nos da a través del Espíritu Santo. ¿Tendremos demasiada tristeza y desesperanza como para no reconocerle?
Tal vez esperamos mensajes extraordinarios por parte de Jesús, grandes acontecimientos.
¿Estamos dispuestos a escuchar nuestro nombre? Al reconocer su voz diremos: ¡Maestro!.
La oración, el encuentro con Dios, no necesita de muchas palabras, tal vez un sencillo
balbuceo y una mirada ocasionan un reconocimiento de nuestro Señor, que nos acompaña