Lectio Divina 2013-11-03: Hoy ha llegado la salvación a esta casa …
A veces son las opiniones políticas o la orientación religiosa e incluso cristiana, o la situación matrimonial o afectiva… Por las razones que sean, todos tendemos a crearnos nuestros propios “pecadores públicos oficiales”, aquellos a los que menospreciamos o evitamos. Seamos sinceros e intentemos identificarlos y las razones por las que los miramos con espíritu de superioridad. ¿Hay alguna manera de vencer esos sentimientos, de convertirnos en signos de reconciliación? ¿Qué pasos tendríamos que dar para “compartir nuestra mesa” con ellos?