Pascua
Canto de entrada:
“Venite exultemus Domino, venite adoremus”
Reflexión de entrada
¿Por qué ni los discípulos ni María reconocen a Jesús en las primeras apariciones?
¿No tenía el mismo cuerpo? ¿O estaban tan cegados por la tristeza, por la desesperación, por la duda… que no le podían reconocer por ello? Es un misterio.
Y nosotros, ¿cómo reconocemos a Jesús Resucitado? Su presencia se nos da a través del Espíritu Santo. ¿Tendremos demasiada tristeza y desesperanza como para no reconocerle?
Tal vez esperamos mensajes extraordinarios por parte de Jesús, grandes acontecimientos.
¿Estamos dispuestos a escuchar nuestro nombre? Al reconocer su voz diremos: ¡Maestro!.
La oración, el encuentro con Dios, no necesita de muchas palabras, tal vez un sencillo
balbuceo y una mirada ocasionan un reconocimiento de nuestro Señor, que nos acompaña