Aproximación a María
Aproximándonos a María con una mirada abierta más allá de la belleza e ingenuidad que solemos tener de ella. Joven virgen sin grandes pretensiones, probablemente analfabeta y con una fuerte vivencia de fe. Siguiendo la tradición de sus padres, se convirtió en la discípula por excelencia. Haced lo que Él os diga nos dice María en las bodas de Caná para hacernos llegar a Jesús. Aquí tienes a tu madre nos dice Jesús desde la cruz junto a Juan, para hacernos llegar a María. Desposada con un desconocido José en el pueblo de Nazaret del que se decía que nada bueno podía salir de él. Dijo un sí rotundo a una llamada a ser madre de un hijo concebido por la fuerza del Espíritu Santo, junto a un padre adoptivo que también creyó y quiso ponerse al servicio del proyecto de Dios. Jesús nace humanizando su divinidad y divinizando nuestra humanidad. José vela mientras que María guarda los acontecimientos incomprensibles en el interior de su corazón.
					


Con el corazón un tanto encogido, me siento con la imaginación delante del icono de la Trinidad de Rublev. Uno mis manos a las del Padre y el Espíritu y contemplo al Hijo frente a mí. Ayer constaté el enfado de un amigo que no se sintió atendido por mí en un momento en que lo necesitaba. Yo no puedo llegar a todo el mundo en todo momento. Mis capacidades más allá de la buena voluntad son muy limitadas. El paso del tiempo lo arreglará, me dijo cuando le llamé. Lo cierto es que no creo en que dejar pasar el tiempo sea la mejor manera de sanar heridas. Paradógicamente, también me dio las gracias por haber llamado. Como dice una amiga mía, quien se acerca a los demás y cuida de ellos, es precisamente quien tiene estos problemas.