VII Premio Arco Iris CRISMHOM 2013

El premio Arco Iris CRISMHOM, quiere reconocer la labor de las personas o instituciones que han luchado por la realidad cristiana LGTB (Lésbica, Gay, Transexual y Bisexual), que hayan destacado en la normalización del hecho LGTB dentro del ámbito religioso, o colaborado a la normalización del hecho cristiano dentro del colectivo LGTB. En su séptima edición, este premio se concede a la Comunidad Cristiana La Esperanza de Alcorcón, perteneciente a la IERE (Iglesia Española Reformada Episcopal de comunión anglicana). En medio del debate interno que las Iglesias de la comunión Anglicana mantienen en torno a la orientación sexual y a la ambigüedad o el abierto rechazo de los Pastores de esta confesión cristiana, la comunidad «La Esperanza» de Alcorcón ha mantenido una postura profética tanto en las palabras, como en la acogida abierta que han hecho a las personas homosexuales. Y no sólo eso, sino que han sido pioneros en la organización de las I Jornadas sobre Fe y orientación sexual (para ver los contenidos, pulsar aquí) con gran éxito de público y con importantes ponentes del mundo académico y teológico. La sesión estuvo amenizada por las canciones de Juan Guitarra y los cuentos de Carmen Sara Floriano.
Por tanto, se concede el premio Arco Iris CRISMHOM a esta comunidad, por el testimonio profético de formar una comunidad inclusiva dentro de la Iglesia anglicana, su defensa pública de la compatibilidad entre fe y orientación sexual y por su trabajo en el debate por la normalización de la vivencia de la fe cristiana en las personas homosexuales.
 
Queridos todos y todas: Conocedores y partícipes, en muchos casos, del dolor y del sufrimiento de tantos hermanos y hermanas debido a su condición sexual, hemos pensado y decidido en junta parroquial, dedicar los próximos sábados a abordar en profundidad la realidad de la homosexualidad y la respuesta de la iglesia. Queremos ser sinceros y confesar que muchas veces no somos ni nos comportamos como auténticos seguidores de Jesús de Nazaret, estando prontos a la crítica y a la condena y lentos, e incluso inmóviles, a la acogida y el reconocimiento. Reconocemos que muchas veces optamos por la actitud ambigua e hipócrita para no vernos salpicados por las consecuencias de una acción más allá de lo “políticamente correcto”. Sabemos y hemos conocido que en algunas de nuestras parroquias han habido personas homosexuales, y es posible que las sigua habiendo, pero hemos preferido ocultarlo mientras no fuera estrictamente necesario su abordaje, en cuyo caso hemos aplicado toda la contundencia “legal” de lo que creemos ser coherente con la “sana doctrina”. Queremos por tanto animar a todos y todas a buscar una auténtica conversión como único camino para el encuentro fecundo entre personas, todas creadas a imagen y semejanza de Dios, y para la liberación de los miedos y prejuicios con respecto a aquellos/as que son diferentes y piensan distinto a nosotros. Creemos que desde el punto de vista evangélico no es posible la exclusión y el rechazo, por tanto iniciamos esta vía de acceso hacia una pastoral solidaria, de acogida y de esperanza para todos.
 
En la fe de Cristo la Comunidad de la Esperanza os saluda y os desea lo mejor.
 
Hace 50 años, solo unos pocos ‘iluminados’ en nuestro colectivo, demasiado pocos quizá, se atrevían a soñar que la época del cambio estaba cerca. Pero el cambio ya está presente, en medio de luchas, lentamente pero sin tardar, las personas LGTB estamos recobrando la dignidad y los derechos que los ‘maestros’ de la moral y los bien pensantes nos habían quitado.
 
Sin embargo, hoy son pocos otros iluminados, los que se atreven a pensar un cambio en nuestras respectivas Iglesias. Respecto a nuestro colectivo todo parece oscuridad, distancia y miedo en las Iglesias. Pero no todo son tinieblas en este camino, en esta lucha. El Premio Arcoíris 2013 es un rayo de esperanza de que este cambio está llegando, y llega como irrumpe el Reino de Dios: como una gracia, sin hacer ruido, en pequeñas comunidades que se ponen a seguir el camino de Jesús, en su seguimiento, y encontrándose con los preferidos del Reino de Dios: aquellos que son excluidos por la sociedad y las Iglesias.
 
Sí, el cambio en nuestra Iglesias está ya irrumpiendo, de manera silenciosa pero imparable. Aun así, el Reino de Dios sufre violencia, violencia de aquellos que no quieren cambiar sus mentes; violencia de aquellos que son incapaces de descubrir la novedad de la fraternidad universal, de la no violencia y de la no exclusión.
 
La lucha sigue, no nos quedemos dormidos ni rezagados. El sufrimiento de tantos hermanos nuestros víctimas de la homofobia en nuestras Iglesias no nos deja en la comodidad de esperar la irrupción del Reino, sino que nos pone en el camino de hacerlo realidad. El mundo tal cual Dios lo soñó: hombres y mujeres iguales, heterosexuales, homosexuales, bisexuales, lesbianas, transexuales, intersexuales, todos sentados en la misma mesa, en el amor y la entrega, sin separaciones ni exclusiones, sin padres ni madres, ni jefes ni maestros. Este mundo (iluminado por el arcoíris, que soñó Dios, que soñamos lo seguidores y seguidoras de Jesús, y todos los hombres y mujeres de buena voluntad) se atisba ya, y se hace real de alguna manera en la Comunidad Cristiana La Esperanza.
 
Nuestro premio lleva el nombre de Arcoíris. ¿Qué significa este símbolo para nosotras y nosotros?
 
El Arcoíris, con sus diferentes colores representa la belleza de la pluralidad en la unidad. Pluralidad de pensamiento, libertad de expresión de palabra y acción, y todo ello enmarcado en la unión de corazones y proyectos de historias personales unidas en la lucha por la defensa de nuestros derechos y reconocimiento de nuestra dignidad como personas LGTB.
 
El Arcoíris es un abrazo de todas las realidades sociales, de todas las razas, pensamientos políticos, es un abrazo al género humano sea cual sea su identidad. Supone la no exclusión, el diálogo que construye, el esfuerzo del entendimiento mutuo.
 
El Arcoíris es una Alianza de Dios con los seres humanos; es una Alianza de los seres humanos entre ellos, es una alianza para evitar que la injusticia, el sufrimiento y el sin sentido acampe en nuestra tierra. Por ello, nuestro premio tiene la forma de un prisma transparente, por el que pueden pasar todos los colores.
 
Diccionario de la RAE
arcoíris.
1. m. Fenómeno óptico que presenta en forma de arco de bandas concéntricas los siete colores elementales, causado por la refracción o reflexión de la luz solar en el agua pulverizada, generalmente perceptible en la lluvia. MORF. pl. invar. Los arcoíris.
 
Génesis 9
Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la Tierra. Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la Tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la Tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne. Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la Tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la Tierra.
 
Información de la Comunidad Cristiana La Esperanza – Alcorcón – Madrid – España. (FACEBOOK) 
Descripción: Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE). Comunión Anglicana.
Horario del culto: Domingos a las 12:00 – Iglesia San Saturnino
Plaza de los Príncipes de España s/n, Alcorcón, Madrid.  Metrosur: Parque de Lisboa.
 
– A través de la práctica cristiana queremos mejorar la forma en que las personas nos relacionamos.
 
– Preferimos usar la investigación crítica, documentarnos, y valernos de la experiencia y riqueza de cada ser humano para entender mejor el texto bíblico.
 
– Queremos vivir a Dios.
 
– Todas y todos somos y sois aceptadas y bienvenidas, bienvenidos, no importa tu origen, tu género, tu raza, tu acento, tu identidad u orientación sexual… tenemos los mismos derechos… entre nosotras y nosotros hay personal administrativo, maquinistas de trenes, personal de limpieza, trabajadores sociales, vigilantes, arquitectas, traductores, militares, quienes buscan empleo, jubiladas y jubilados, solteras y solteros, separadas y separados, casadas y casados, en pareja, personas de diferentes nacionalidades y colores, heterosexuales, lesbianas, homosexuales, quizás bisexuales, a veces intersexuales, personas agnósticas que buscan, personas ateas que disfrutan de la compañía de las y los demás, quienes proceden de una trayectoria católica, quienes lo hacen de una protestante, quienes han desarrollado su fe en iglesias reformadas, personas de fe judía…formamos una comunidad muy diversa y plural.
 
– Queremos hacer visible el Reino de Dios entre todos.
 
– Preferimos la búsqueda de la verdad y el libre cuestionamiento a cualquier imposición dogmática.
 
– Poner énfasis en las acciones y valores de nuestra sociedad que ayudan a los que tienen dificultades y son más débiles.
 
– Tener un mundo más justo y solidario.
 
– Desde una perspectiva cristiana ofrecemos un trato abierto y acogedor hacia todos los seres humanos y el planeta en que vivimos.
 
– Buscamos tener una fe adulta que evoluciona, que tiene en cuenta los tiempos en los que vivimos, la forma de sentir y ser de las personas que están a nuestro alrededor.
 
– Creemos que conocemos más y mejor a Dios a través de la enseñanza y vida de Jesucristo.
 
– ¡¡Y no te insistiremos en que te pongas de nuestra parte para que te sientas incluida/o!!
 
– Repensemos juntos a Dios, revisemos nuestra teología y estemos atentos a los signos de los tiempos. Busquemos la gracia en la gratuidad de Dios y no en los dogmas. Podemos preguntarnos en lugar de quedarnos en absolutismos. Reconocemos que hay partes de la biblia que se han usado de forma prejuiciosa y violenta y queremos dar un nuevo enfoque y poner los textos en su contexto.
 
– Te esperamos en la Comunidad de La Esperanza. ¡Hasta Pronto!
 

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