Cada día me encuentro con experiencias en esta vida. Pero hay una que veo repetirse, una y otra vez, tanto en el mundillo LGTB como en los otros mundos existentes en esta vida. Clientes, pacientes, amigxs y conocidxs que desarrollan el temor al amor por el miedo al desamor.
Irracionalidades de nuestra naturaleza.
Dios es amor y toda una aventura, pero también en la vida espiritual existe el desamor cuando maduramos y nuestras ideas infantiles de Dios van transmutando. Lo conocido se va y llega la incertidumbre. Llega luego la certeza para, después de un tiempo, volver la incertidumbre en un ciclo espiritual sin fin.
Amor y desamor. Dos caras de una misma moneda. Dios, luz y oscuridad siempre con un sentido vital y TODO… es amor.
Ya hace muchos años le he dado las gracias a Dios por esta doble experiencia.