Testigos del resucitado
Somos testigos del resucitado. Ese Dios que en Jesús fue crucificado, aplastado por los poderes injustos y que, en la cruz, abrazó a la humanidad entera para encontrarse con nosotros.
Somos testigos del resucitado. Ese Dios que en Jesús fue crucificado, aplastado por los poderes injustos y que, en la cruz, abrazó a la humanidad entera para encontrarse con nosotros.
El viento sopla donde quiere y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu. Escuche yo el silbido del viento. Déjeme acariciar por su brisa, aunque no sepa ni de donde viene, ni a dónde va.
Somos el Cireneo cargando con la cruz. Somos a veces personas encerradas en jaulas de oro. Pero también somos capaces de salir a la intemperie y que la vida se nos muestre en toda su complejidad y grandeza. Somos la mujer de Pilato que intercede por el justo y el propio Pilato perdido en su egoísmo. Somos Caifás, atascado en lo establecido, pero también somos discípulos de ojos abiertos y corazón generoso, dispuestos a escuchar una palabra nueva.
Vida Nueva. Por Dolores Aleixandre. Sábado 6 de abril de 2013.
Hermano Francisco: nunca pensé que me dirigiría así a un Papa, pero como en tu saludo inicial no nos llamaste “hijos e hijas” sino “hermanos y hermanas”, siento que tengo permiso para hacerlo. Y me sale también un tú, aunque llenísimo de respeto, porque no me imagino llamando de usted a un hermano de verdad y el vos argentino no me va a salir.
Nosotros continuamos la senda de aquellos que en el encuentro con Él, vieron transformada su vida. Somos Pedro equivocado, Juan que echa a correr. Somos José de Arimatea que da un paso al frente y María Magdalena que no se quiere apartar de Él. Somos María con el corazón traspasado, incapaz de comprender, pero dispuesta a arriesgar y confiar.
Siempre de camino, buscadores de Dios, de los demás y de nosotros mismos. El Dios que se encarnó en Jesús, que pasó el mundo haciendo el bien, que vivió entre mujeres y hombres de su época nos enseñó en qué consiste el amor verdadero.
Esta charla titulada «Mujeres y hombres en la iglesia en busca de una nueva relación», sobre el papel de la mujer en la iglesia, tuvo lugar el sábado 6 de abril de 2013 a las 20h en Barbieri 18. Fue impartida por Dolores Aleixandre Parra, teóloga y profesora muchos años antes de su jubilación de la Universidad Pontificia Comillas. Dolores, que conoce de primera mano este tema, se describe a sí misma de esta forma: Jubilada feliz. Encajando el envejecer con cierto garbo (de momento). Convencida de la fuerza de la Palabra y de la bondad última de las personas. Adicta a la Biblia y a contársela a otros. Agradecida a la vida, al cariño de tantos amigos y al sentido del humor. Aficionada al cine, a la música polifónica y a Gomaespuma. Lectora desordenada y escritora de vuelo corto. Tratando de callarme más, rezar más y vivir más atenta al latido del corazón de Dios en el corazón del mundo. Para escuchar y bajar el registro de audio de esta charla, pulsa el siguiente enlace.
A lo largo del camino de nuestra propia vida, vamos aprendiendo a distinguir lo importante de lo accesorio, a irse gastando descubriendo y poniendo en práctica valores que nos sirven en nuestra propia vida.
A veces caminamos con otros que tiran de nosotros y de los que tiramos. Uno aprende de los relatos y anécdotas compartidas. Otras veces caminamos solos. En el silencio uno aprende a escuchar de otra manera; a la naturaleza, los lugares por donde uno pasa y al Dios que está detrás de todos ellos.