2013-05-22 CRISMHOM, Pentecostés LGTB

CRISMHOM, PENTECOSTÉS LGTB. Homilía sobre la Solemnidad de Pentecostés de 2013. Textos bíblicos: Hechos 2,1-11. 1 Corintios 12,3b-7.12-13. Juan 20,19-23. Con la creación hace siete años de Crismhom se produjo en Madrid el Pentecostés arco iris lgtb. El Espíritu Santo descendió sobre un grupo de cristianos homosexuales y formó una comunidad eclesial ecuménica. Crismhom será conducido no por la ley o norma gris eclesial que margina y condena la dignidad y el comportamiento lgtb sino por la rúah (espíritu) de Dios que crea una comunidad multicolor de rica diversidad afectivo- sexual. Es el Espíritu el único que hace posible que hombres y mujeres lgtb+h entren a formar parte del nuevo Pueblo de Dios.

En estos siete años hemos sido testigos de cómo el Espíritu ha ido construyendo esta comunidad cristiana de Crismhom. Hemos escuchado a muchos hermanos hablar con el lenguaje de la acogida, de la comprensión, de la tolerancia, del amor, propio de la rúah de Dios. En este lenguaje, hombres y mujeres diversos en su afectividad, edad, origen, raza, ideología y trayectoria eclesial se han comunicado las maravillas que Dios ha hecho en sus respectivas vidas. Este lenguaje del Espíritu inclusivo ha realizado verdaderas transformaciones en numerosos hermanos, ha cicatrizado heridas de falta de aceptación, de intolerancia y rechazo en muchos casos en el seno de las Iglesias, y ha ido configurando un estilo de comunidad fraterno, solidario y eclesial. Por todo esto, la existencia de Crismhom es motivo de acción de gracias a la rúah de Dios, de alegría y de fiesta para todos nosotros.  
 
En la segunda lectura, Pablo recuerda a los corintios la importancia de vivir unidos en el seno de las comunidades. Sus palabras responden al problema que había surgido en las comunidades de Corinto, en las que algunos que recibían dones o carismas extraordinarios competían entre ellos sobre cuáles eran los más importantes. Esta situación también se ha dado y se puede dar en el seno de nuestra comunidad de Crismhom. La diversidad de acentos eclesiales y de vivencias de la fe cuando se radicalizan y se intentan imponer unos a otros producen tensiones, críticas y rechazos que dañan a las personas y a la misma construcción de la comunidad cristiana. 
 
La diversidad de dones, vivencias y peculiaridades de nuestra comunidad lgtb es una gracia del Espíritu. La diversidad debe estar al servicio de la unidad, aunque eso nos suponga renunciar o relativizar algunos acentos propios en aras del bien común y de la misión de nuestra comunidad. Pidamos al Espíritu que nos vaya uniendo por dentro para que seamos «cuerpo del Señor» unido en nuestra rica pluralidad. El Espíritu nos pide que seamos una comunidad de comunión fraterna que siga siendo una referencia para la cristianos lgtb y un modelo comunitario evangélico para las respectivas Iglesias.
 
En el IV Congreso de Crismhom se nos habla de la unidad de la comunidad: » La comunidad en Crismhom supone crear un espacio fraterno en el que compartir medios y afecto de forma que no existan categorías o preeminencias en función de criterios intelectuales, económicos o sociales: todos/as iguales, todos/as uno en Cristo, todos/as uno en Crismhom» (1,5). Unidad en lo esencial que comporta también para la edificación de la comunidad plena libertad de opiniones y acciones, «especialmente a aquellas opiniones y acciones relativas al modo concreto de entender el compromiso cristiano en el mundo» (IV Congreso, 2.5.3 ). Se perfiló en el último Congreso el estilo comunitario de Crismhom con las siguientes características: “el pluralismo en la unidad; la sencillez en la organización y actividad; la tolerancia, la comunicación fluida y sincera; la información entre los miembros, la corrección fraterna, la generosidad en la dedicación y el tiempo; la búsqueda del bien común sobre los intereses personales» (2.5.2).
 
La rúah de Dios (el Espíritu) suscita dones y carismas en nuestra comunidad cristiana no sólo para nuestro crecimiento sino también para el enriquecimiento de toda la comunidad lgtb. El Señor, a través del  Espíritu de la Paz, nos envía a la comunidad y a cada uno de nosotros, a transmitir el Evangelio, con alegría y entusiasmo, a todos los hombres y mujeres lgtb: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo», hemos proclamado en el Evangelio.
 
Hoy, fiesta de Pentecostés, nuevamente el Espíritu nos impulsa a hablar de las maravillas de Señor a la comunidad lgtb alejada de Dios, a cambiar las mentalidades homófobas y excluyentes de la diversidad afectivo- sexual y a seguir luchando por el reconocimiento de la dignidad y de todos los derechos de la comunidad lgtb en la sociedad y en las diferentes Iglesias. 
 
Hoy Crismhom tiene nuevos retos en el interior de la comunidad y en su expresión exterior. En el interior, cuidarse y preocuparse unos de otros, configurar una espiritualidad propia, consolidar la comunidad cristiana, crecer en identidad  y en número los miembros comprometidos, revitalizar y acrecentar los grupos de fe y de vida; en el exterior, hacernos más presentes y partícipes en los colectivos lgtb y en todas las plataformas que luchen por la justicia e igualdad, seguir denunciando proféticamente las injusticias que sufre el colectivo lgtb y los sectores más pobres y marginados de nuestras sociedad y, al igual que el Espíritu impulsó a Pedro a llevar el Evangelio al pagano Cornelio y su familia, —en lo que se ha llamado el Pentecostés gentil— así también el Espíritu puede llevar a Crismhom a contactar y anunciar el Evangelio a las familias homoparentales que según el último informe, se sienten integradas socialmente pero perciben discriminaciones a nivel administrativo, social, laboral y en el seno de las propias familias, en muchos casos, por parte de miembros cristianos de mentalidad conservadora.
 
Pidamos por último a la rúah de Dios que, en palabras de Pablo, venga en ayuda de nuestra debilidad porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene. Y el que escudriña los corazones de los hombres nos dé Espíritu de sabiduría, inteligencia y ciencia para seguir construyendo la comunidad cristiana lgtb que necesita el colectivo lgtb y la Iglesia.
 
Ramón Llorente.
 

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