Búsqueda avanzada
  • Tipo de contenido

  • Categorías

  • Autor

  • Limpiar filtros

Creciente aceptación de las personas LGTB en las comunidades religiosas de Estados Unidos

Crece la aceptación de la realidad LGTB entre las comunidades religiosas de Estados Unidos: según un estudio de la Universidad de Duke, el número de congregaciones que aceptan abiertamente a gays y lesbianas entre sus miembros creció considerablemente entre los años 2006 y 2012. La investigación, dirigida por el catedrático de Sociología Mark Chaves, muestra que …

leer más

Lectio 2014-09-21: «Los últimos serán los primeros»

DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 20, 1-16
 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
 
— El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: «Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido.» Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: «¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?» Le respondieron: «Nadie nos ha contratado.» Él les dijo: «Id también vosotros a mi viña.»
 
Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: «Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.» Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: «Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno.» Él replicó a uno de ellos: «Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?» Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.
 
Palabra del Señor.
 

Descanse en paz

Esperando en silencio el comienzo del funeral de Emilio Botín. En una gran explanada del campo de golf de la Ciudad Financiera que aloja las oficinas centrales del banco Santander, se eleva una iglesia de campaña. Un órgano suena discretamente en un ambiente silencioso, sillas al aire libre, un coro. Una misa sencilla y austera presidida por el arzobispo electo de la diócesis de Madrid. Un grupo amplio aunque no exagerado de empleados, personalidades, amigos y familiares. Sentimientos ambiguos. Sin experimentar especial cariño o afecto. En realidad tanto él como su familia son para mí desconocidos. Alguien del que muchos pensarían que podría comprar el cielo, se reúne como uno más al mundo de los mortales. Sin hacer ningún juicio o valoración, ¿quién soy yo para hacerlo? La infinita misericordia de Dios nos iguala a todos.

Credo

Creo en un sólo Dios, mi Señor, en quien confío. Creo que me ama profundamente hasta dar la vida por mí. Creo que mi Señor ha elaborado un plan de felicidad para cada persona. Un plan maravilloso para mí. Soy consciente que no alcanzo a atisbarlo pero confío en quien lo pensó. Creo en un Dios que se hace presencia diaria, apoyo constante, compañero de fatigas y alegrías, amigo incondicional perpetuo, acompañante silencioso y paciente, maestro sencillo y sabio. Creo en un Dios que no me permite ser indiferente ante el sufrimiento ajeno. Que me llama a traer su presencia, ser mensajero de su amor a pesar de mis muchas limitaciones. Ese es mi Señor, el Señor en quien creo.

LA PRACTICA DE LA JUSTICIA I : LA IRA O ENFADO NO JUSTIFICADO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este pasaje bíblico lo dice todo, nuestra justicia natural que sale de nosotros es la venganza justificada o no, por su ideología, por raza , por genero, por ser un pueblo o familia diferente, etc. 

¿Que nos ha llamado Jesús?, nos llama a no al enojo injustificado, no al insulto injustificado y no maldecir injustificadamente. 

Cada uno de estos actos nos lleva a una recompensa lejos de lo descrito en este pasaje.

2014-09-12 Manifiesto contra las declaraciones de M. Blázquez

Ante las declaraciones del nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, en la que se vuelve a mencionar que no se puede llamar matrimonio a la unión entre dos personas del mismo sexo, no queremos quedarnos callados.
 
Asistimos de nuevo a la realidad de ser percibidos como un colectivo de personas que no son capaces de decidir qué hacer en su vida. De nuevo los prejuicios se hacen presentes en boca de un representante de la Jerarquía de la Iglesia Católica.
 

Lectio Divina 2014-09-14: «Tanto amó Dios al mundo…»

DEL EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 3, 13-17
 
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
 
–Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen el él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
 
Palabra del Señor
 

LA PRACTICA DE LA JUSTICIA

En verdad hoy dia hay maestros de la Palabra de Dios, enseñantes de la escrituras sagradas, practicantes de rituales eclesiasticos y porque hay discordias entre los hermano/as en Cristo. Aspiremos a hacer posible la justicia de Dios en nosotros y en nuestra comunidad. Como? en los proximos domingos lo iremos viendo.

No podemos unirnos como los paganos, que no conocen a Dios

La noche de su boda, Tobías dijo a Sara: «Somos descendientes de un pueblo de santos, y no podemos unirnos como los paganos, que no conocen a Dios». Se levantaron los dos y, juntos, se pusieron a orar con fervor. Pidieron a Dios su protección. Tobías dijo: «Señor, Dios de nuestros padres, que te bendigan el cielo y la tierra, el mar, las fuentes, los ríos y todas las criaturas que en ellos se encuentran. Tú hiciste a Adán del barro de la tierra y le diste a Eva como compañera. Ahora, Señor, tú lo sabes: si yo me caso con esta hija de Israel, no es para satisfacer mis pasiones, sino solamente para fundar una familia en la que se bendiga tu nombre para siempre». Y Sara, por su parte, dijo: «Ten compasión de nosotros, Señor, ten compasión de nosotros. Que los dos juntos vivamos felices hasta la vejez» (Tobías 8, 5-10).