San Francisco de Asis
La Paz de Dios Trino, la Paz de su Pueblo.
El Dios del Futuro
Oración ecuménica de los jueves: Sobre los ídolos
La primera preocupación del hombre en general es la búsqueda ansiosa de lo necesario para dar seguridad a la existencia. Donde ponemos nuestra seguridad, ahí encontramos nuestro valor supremo, nuestros afanes, obsesiones y preocupaciones. Nuestros ídolos que a menudo mantenemos escondidos: el dinero, la ambición, el éxito profesional, yo como centro de todo, la tendencia a estar por encima de los demás, la pretensión de ser los únicos amos de nuestra vida, y muchos otros. Esta adoración idolátrica nos encierra en nosotros mismos e imposibilita la apertura a Dios y a los hermanos. Obsesión por competir, especular y acumular, frente a la vida y la relación desinteresada con los demás. El Reino empieza a estar presente entre nosotros cuando posibilitamos la fraternidad, cuando hay confianza y no competitividad, la ayuda es recíproca y el compartir espontáneo. Transformar la preocupación en ocupación. Creer en Dios, poner en Él nuestra confianza, es sostenernos en Él.
Magnificat: libertad, alabanza y grandes signos.
Oración de acción de gracias por el curso 2012/13
El buen samaritano
Nos congregamos en oración ante el Señor como miembros y simpatizantes de CRISMHOM, comunidad cristiana de diversidad sexual y de carácter ecuménico, desde la que queremos vivir nuestra fe en unión con nuestra orientación afectiva; ambas son parte esencial de nuestra vida porque con ellas materializamos el amor, cualidad humana recibida de Dios.
Amamos a Dios sobre todas las cosas y queremos seguir el modelo de vida que Jesucristo nos dejó en el Evangelio con el convencimiento de que Dios nos ama y que jamás negaría una cualidad humana creada por Él, sino que nos ha regalado las diferentes orientaciones afectivas, porque son muchos y muy diversos los caminos de la salvación.
Mensajeros y profetas: transmisores de la sabiduría del PADRE, MADRE.
2013-05-05 Sobre el día de la madre
Saludo e invocación
Queridos hermanos y hermanas: bienvenidos a esta Celebración Ecuménica de la Palabra. Mañana celebramos el Día de la Madre y esta noche vamos a celebrar la maternidad, pero no la maternidad ñoña del Corte Inglés, sino la maternidad sin género, a la que todos estamos llamados: la maternidad que es origen, vida y meta. Origen, porque fue una mujer la que nos dio a luz. La luz de la fe también nos la da una mujer, la Ruah, la tercera persona de la Trinidad que confesamos y cuya venida celebraremos dentro de poco. Vida, porque es en la Gran Madre Tierra en la que vivimos, ella es quien nos da sus frutos para alimentarnos, su agua para beber y lavarnos y su aire para respirar y para cantar. Meta, porque en nuestra comunidad todos debemos llegar a ser madres los unos de los otros. Y más aún: meta definitiva, puesto que sólo reposaremos en Dios, que nos quiere con el amor de una madre. Así pues comenzamos nuestra celebración invocando a la Trinidad que todos confesamos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Consumismo, pobreza y paro; volviendo los ojos al humilde para recobrar la alegría
Primero de mayo, día del Trabajo. Tras la festividad del trabajo, nos unimos en oración este jueves 2 de mayo de 2013 en memoria de la gente que con motivo de la crisis y el paro, lo están pasando mal.
La sociedad actual nos ha acostumbrado a vivir desde un consumismo desenfrenado, haciéndonos insensibles a las situaciones de pobreza, hiriente y escandalosa, que se dan en nuestro mundo, consecuencia de las injusticias más atroces. Los hombres y mujeres de nuestro tiempo experimentan la necesidad de volver sus ojos al pobre y humilde, pues intuyen que esa mirada puede ayudarnos a vivir alegres y libres desde un consumo responsable de los dones de la Creación. Puesto que nuestro ser y hacer nos pide cuidarnos recíprocamente nuestra identidad más profunda como seres humanos nos exige saber poner al servicio de toda la humanidad, cuanto tenemos en la mesa común del Padre Dios.