Búsqueda avanzada
  • Tipo de contenido

  • Categorías

  • Autor

  • Limpiar filtros

Celebramos la Cuaresma: el camino hacia la Pascua

Introducción: La cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual. En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida, a vivirla como un camino hacia él, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios. La Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna.

Pascua

Canto de entrada:
“Venite exultemus Domino, venite adoremus”

Reflexión de entrada
¿Por qué ni los discípulos ni María reconocen a Jesús en las primeras apariciones?
¿No tenía el mismo cuerpo? ¿O estaban tan cegados por la tristeza, por la desesperación, por la duda… que no le podían reconocer por ello? Es un misterio.
Y nosotros, ¿cómo reconocemos a Jesús Resucitado? Su presencia se nos da a través del Espíritu Santo. ¿Tendremos demasiada tristeza y desesperanza como para no reconocerle?
Tal vez esperamos mensajes extraordinarios por parte de Jesús, grandes acontecimientos.
¿Estamos dispuestos a escuchar nuestro nombre? Al reconocer su voz diremos: ¡Maestro!.
La oración, el encuentro con Dios, no necesita de muchas palabras, tal vez un sencillo
balbuceo y una mirada ocasionan un reconocimiento de nuestro Señor, que nos acompaña

No hay nada mas perfecto que el amor

No hay nada mas perfecto que el amor
Autor: Corintios 1:13
 
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas,
y no tengo amor,
vengo a ser como metal que resuena,
o címbalo que retiñe.
 
Y si tuviese profecía,
y entendiese todos los misterios y toda ciencia,
y si tuviese toda la fe,
de tal manera que trasladase los montes,
y no tengo amor,
nada soy.
 
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres,
y si entregase mi cuerpo para ser quemado,
y no tengo amor,
de nada me sirve.

El amor es sufrido,
es benigno;
el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso,
no se envanece;
no hace nada indebido,
no busca lo suyo,
no se irrita,
no guarda rencor;
no se goza de la injusticia,
más se goza de la verdad.
Todo lo sufre,
todo lo cree,
todo lo espera,
todo lo soporta.

El amor nunca deja de ser;

Construyamos el Reino de Dios

Canto de entrada
Más allá de miedos
Más allá de mi inseguridad
Quiero darte una respuesta
Aquí estoy para hacer tu voluntad
Para que mi amor sea decir que sí hasta el final

Introducción
Escuchamos continuamente en la Palabra decir a Jesús que nos pongamos en camino para construir el Reino de Dios, hay multitud de referencias en los evangelios al Reino, cada uno de nosotros seguro recuerda muchas, a mí en este momento viene a mi Ser aquella parábola que hace referencia a que el Reino se parece a una semilla de mostaza, que parece insignificante pero crece fuerte y robusta, buscando los pájaros cobijo en sus ramas.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad