Umetate chi

[Redacto esta bagatela pero no se me olvida ni un milisegundo la suma del dolor de mis hermanos ]

 

Umetate. Suena a humedad, ¿verdad? Umetate Chi, 埋立地, es el término japonés para llamar a las tierras ganadas al mar.

 

 

Ya sabéis que me pirran las metáforas simbólicas. Quienes no disfrutamos con sólidas mónadas soñamos con símbolos. Construir sobre el agua… Nosotros, gais, lesbianas, bisexuales, transexuales, queers rarit@s y heteros-amigables-sin-miedos  parece que estamos todo el rato construyendo sobre el mar, creando territorio nuevo habitable, porque en las parcelas urbanas normales no nos lo ponen fácil.

 

Muchas cosas por contaros

Juan dieciséis, doce y trece. Muchas cosas tengo aún por contaros, pero aún no podéis con ello.

 

 

 

 

Inquietante, esto. Jesús  הוֹשֻׁעַ tiene frases extrañas, descolocantes, pienso que la peor es esa de que nos arranquemos un ojo si nos estorba. Pero esta otra de Juan me inquieta, dicha además en estos días, los de la despedida de Pascua. ¿A qué se referirá?

 

¿Al desastre ecológico? A lo mejor se refiere a la cuadratura del círculo de todas las disciplinas científicas: la consiliencia o Teoría del Todo que todo lo explique con sencilla formulita. ¿Se estará refiriendo al tamaño y modo de creación del Universo / Multiverso, sus parámetros y leyes?

 

Ristra de cosas

…que he ido apuntando por ahí en papeles y acabo de encontrar en los bolsillos, antes de meter a la lavadora. Espero que os resulten más útiles que a ella. Al menos, así no atasco su filtro.

 

Cita inquietante
Esta ilustracion está sacada del caralibro. Buenrollito, mejor con sólo una erre. Me resulta inquietante porque da permiso y lucidez a la mediocridad. Funciona, porque yo también calculo cuánto amar, como Ananías y Safira,

 

 

 

Mensajes

Hay un recurso literario del que no se debe abusar, que es sacar un personaje de su sitio y ponerlo en otro. Don Quijote en Manhattan; Hamlet en Corea del Norte ―algo huele a podrido en Pionyang, mi tío mató a mi padre con veneno por el oído, ¿le fusilo yo con un cañón?―

 

Fijáos  en esto que leímos anteayer,

 

 

En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo.

Consumismo

Con el máximo respeto y cariño a quienes coméis de esto, y que lo necesitáis porque es vuestro trabajo.

 

 

Tiene unas hélices grandes cuyos ruidos, sus infrasonidos, molestan a las ballenas. Echa tanto humo como no quiero calcular.

 

 

Los contenedores van llenos de trastos que casi no necesitamos. En un plazo de unos dos o tres años toda esa carga acabará en nuestros vertederos urbanos. La tiraremos.

 

El dinero que pagamos por eso irá a mantener unas castas y unas formas sociales que no nos gustan, unas fábricas en régimen casi esclavo.

 

Así que ya me callo, porque ahora voy a escribir otro artículo más alegre.  Escribir debe ser un acto para arreglar el día de los demás. ¡Abrazos limpios!  ¡Feliz octava de navidad!

Un santo favorito

y eso que tengo muchos…. Pío de Pietrelcina, Martín de Porres, Teresa de Lisieux, Edith Stein, Juan de Yepes, el de Asís. Pero Mychal es especial. Y yo espero que nos eche un camión volquete de milagros, que nos ametralle con gracias.  Michal Judge, capellán de los bomberos de Nueva York, gay, franciscano.


 

 

Mychal es la primera víctima reconocida de los atentados de aquel día.

 

 

 

 

 

El pack, o lote

Mucha gente agnóstica atea cree en Dios, aunque les chirríe la grima dentro de sus cráneos con admitirlo. Como soy converso, sé de lo que hablo.


La mayoría de mis amigos y amigas son lo que yo llamo RojosMoradasAteosSinDiós, pronúnciése con cejas de rencor, sonriendo pero apretando los dientes, puño en alto. Una gente estupenda que la Providencia me ha puesto alrededor y con la que llevo compartiendo años, a quienes no tengo previsto desinstalar de mi vida.

 

Póster del dormitorio.

Cuando yo tenía un cuerpo niño circulaban revistas de moda, música, coches y entretenimiento en cuyas páginas centrales había un póster. Abrías las grapas y luego lo ponías con cuatro tachuelas en una pared de tu habitación, si es que te dejaban. Después me he dado cuenta de que todo eso, que vivía con inconsciencia, bien pudo ser una gran suerte. Una infancia razonablemente feliz. Intuyendo que ya tenía algo distinto que habría de surgir.

 

 

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