Un santo favorito

y eso que tengo muchos…. Pío de Pietrelcina, Martín de Porres, Teresa de Lisieux, Edith Stein, Juan de Yepes, el de Asís. Pero Mychal es especial. Y yo espero que nos eche un camión volquete de milagros, que nos ametralle con gracias.  Michal Judge, capellán de los bomberos de Nueva York, gay, franciscano.


 

 

Mychal es la primera víctima reconocida de los atentados de aquel día.

 

 

 

 

 

 

 

 

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Artículo en inglés sobre Mychal. Sitio web de los bomberos gais de Nueva York.

 

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Ah,

al hilo de esto se me ocurren dos cosas.

 

La primera.

 

Para mis amigos conspiracionistas, que siguen investigando la autoría del 11S, si fue o no de falsa bandera. Yo no soy conspiracionista, opino que nuestra realidad es la más barata y simple de las posibles. En esto sigo a Guillermo de Occam y su navaja.

 

¿Están ahora Kennedy y Elvis vivos tomando daiquiris en Florida? ¿Filmó Kubrick la llegada del hombre a la luna? ¿Escondemos los LGTBs una agenda oculta – hidden agenda para corromper a la juventud, arruinar familia y sociedad? ¿Nos fumigan desde los aviones con chemtrails? ¿Falleció Hitler de viejo en un plácido asilo de Brasil? ¿Nos gobiernan reptiles? Opino que no, que la realidad es más fácil o ramplona. Si buceamos en los conspiracionismos que atontaban a las gentes hace cien o doscientos años nos damos cuenta de que no coinciden con lo que se tramaba oculto, revelado después.

 

Pero me gusta el espíritu de los conspiracionsitas por su curiosidad, su fe en lo que no ven, su búsquedas y sospechas.  Les daría este consejo que no me han pedido: seguid a Jesucristo  Ἰησοῦς  /   ܝܫܘܥ, / Išo   יְהוֹשֻׁעַ, Yehošuaʕ /  יֵשׁוּעַ, resucitado.  Quizá sea una actitud mental parecida a la del conspiracionismo, pero más cierta y desde luego más útil y solidaria. Porque no me parece que los lectores de los tochos reptilianos de David Icke se tiren ahora al mar frío a salvar ahogados en Lesbos, ni evangelicen cuidando de cerca a los excluidos «feos desagradables descartables», ni den de comer y cenar a los sin techo.

 

 

La segunda. Al hilo de la biografía de Mychal, nacido en Brooklyn, hijo de inmigrantes irlandeses. Otra obsesión mía, la clase social de los santos.
 

….tales autores encontraron que la gran mayoría (1.950 del total de 2.494, es decir, un 78%) pertenecía a los estatus altos, que definen como clase alta; 422 (un 17%) de estatus medio, y sólo 122 (un 5%) procedían de las clases populares.

 

Y por eso me gustan los santos de baja clase social, que son minoría. ¡Ya me callo! Si a alguien he molestado, que por favor me haga una corrección fraterna. Abrazos con el calor de mis palmas en vuestra espalda. Y feliz octava de Navidad.

 


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