Luz para las naciones
Yavé me formó desde el seno materno para que fuera su servidor. Tú serás, además, una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra.
Yavé me formó desde el seno materno para que fuera su servidor. Tú serás, además, una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra.
Ayúdame, Señor, a recuperar la confianza en mí mismo. Concédeme el descanso de saberme valioso y apreciado y el descanso físico que busco y no siempre encuentro. Dame un criterio para tomar decisiones. Un criterio que sea el mío propio. Ayúdame a caer en mi sitio. Que mi confianza en Ti, se traduzca también en confianza en mí.
Yavé me formó desde el seno materno para que fuera su servidor. Tú serás, además, una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra.»
Mientras que yo pensaba: «He trabajado en balde, en vano he gastado mis fuerzas, para nada.» Yavé, sin embargo, protegía mis derechos, mi Dios guardaba mi salario, pues soy importante para Yavé, y mi Dios se hizo mi fuerza.
El sábado 22 de junio a las 18h tuvo lugar esta charla única a cargo de James Alison aprovechando uno de sus viajes a España. El tema versó sobre el ejercicio de la magnanimidad como desafío para los cristianos LGTB. James Alison es un renombrado teólogo abiertamente homosexual que ha escrito numerosos libros, algunos de ellos esplícitamente sobre la temática homosexual. Esta charla está organizada en colaboración con el Área de Asuntos Religiosos de la FELGTB. Para escuchar el archivo de audio pulsar en el siguiente enlace. Para ver la charla en vídeo así como más información sobre el contenido y el ponente, seguid leyendo.
Yavé me llamó desde el vientre de mi madre, conoció mi nombre desde antes que naciera. Hizo de mi boca una espada cortante y me guardó debajo de su mano. Hizo de mí una flecha puntiaguda que tenía escondida entre las otras. El me dijo: «Tú eres mi servidor, Israel, y por ti me daré a conocer.»
Cuando Juan Bautista estaba a punto de terminar su carrera, decía: «¿Quién pensáis que soy yo? Yo no soy el Cristo; mas he aquí, viene tras mí uno de quien yo no soy digno de desatar las sandalias de sus pies.»
Tenemos mucha información pero poca verdad. Google no nos da un criterio de verdad, sino las páginas más vistas en internet. No hay criterio de pensamiento. Hay una confusión creciente entre lo legal y lo moral. La disciplina se ha perdido y también la profundidad. El contenido importa menos; importa sólo lo formal (Adolfo Nicolás, general de la Compañía de Jesús).
El que siembra con escasez, con escased cosechará, y el que siembra sin calcular, cosechará también fuera de todo cálculo. Cada uno dé de acuerdo a lo que desde el corazón se propuso. No de mala gana o a la fuerza, pues Dios ama al que da con corazón alegre. Y poderoso es Dios para bendecirles de mil maneras, de modo que nunca les falte de nada y puedan al mismo tiempo cooperar en toda buena obra.