Señor, enséñame a protegerme

Señor, enséñame a protegerme. A no justificar a quienes me tratan o por quienes me siento tratado mal, injustamente. Aunque no haya mala intención en su corazón, sino incapacidad, limitación e inconsciencia cuando nos dañan. Deben saberlo por nosotros. Si no se lo decimos les hacemos y nos hacemos un flaco favor. Aprender a expresar con cariño a quienes nos hacen daño, que ha sido así, aunque sea levemente. Si no nos entrenamos para hablar sobre los pequeños malentendidos y males, no será mucho más traumático hablar de los grandes.

Feliz Pascua de Resurrección

¡¡¡¡Alegrémonos!!!!

Niños, jóvenes, madres, padres, abuelas, abuelos, niños por nacer, sacerdotes, consagradas, laicos, creyentes y no creyentes, heridos y cuidadores, personas de toda raza, condición, orientación sexual o identidad de género.

Regocijémomos. ¡Que los árboles florezcan, que fluyan los ríos, que salga el sol, canten los pájaros, que se derritan las nieves! ¡Despertad! ¡Celebrad! ¡Gritad!

Porque ¡¡¡CRISTO HA RESUCITADO!!!

Porque ¡Dios nos ama!
Porque ¡Dios nos libera!
Porque ¡existimos en su amor para SIEMPRE su Misericordia no tiene fin!

Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida, dejarse tocar el corazón ante el mal cometido.

Es el momento de escuchar el llanto de los inocentes, privados de bienes, dignidad, afecto o la vida misma. Dios no se cansa de tender la mano.

Esta es la noche de la reconciliación.

Esta es la noche de la acogida.

Esta es la noche de la paciencia y la ternura.

Esta es la noche del consuelo.

Esta es la noche de la dignidad.

Esta es la noche de la aceptación.

Esta es la noche en la que la que nos han precedido nos acompañan desde la resurrección.

Esta es la noche en la Cristo ha vencido a la muerte.

¡¡¡Qué noche tan dichosa en que se une el cielo con la tierra, lo humano con lo divino!!!

Te rogamos que la llama que arde en nuestros corazones ilumine nuestra vida por los siglos de los siglos. AMÉN.

¡¡¡ FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN !!!

Misericordia y fraternidad

La Misericordia es igualdad de corazones, una fraternidad que implica una ruptura del propio corazón frente al que es igual que nosotros. Es reconocerse a uno mismo mirando al otro. El evangelio proclama la igualdad de corazón de un Dios que se hace en todo semejante a nosotros. Entretanto, nosotros nos empeñamos en imaginarnos a un Dios que nos mira de lejos y al que tenemos que pagar algún tipo de precio. No tenemos acceso a una paternidad de Dios por su Misericordia sino creando fraternidad con Jesús, descubrimos que tenemos un solo Padre. Dios se abstiene de cualquier superioridad mostrando su Misericordia para descubrise a sí mismo en nosotros al igual que nosotros le descubrimos a Él al descubrirnos en nosotros mismos (Retiro de Cuaresma con James Alison).

Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con vosotros

Yo soy valioso a los ojos del Señor y mi Dios ha sido mi fortaleza. El dice: «Es demasiado poco que seas mi Servidor para restaurar a las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra» (Isaías 49, 1-6).

Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con vosotros. Me buscaréis, pero yo os digo ahora lo mismo que dije a los judíos: ‘A donde yo voy, no podéis venir’. Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿adónde vas?». Jesús le respondió: «A donde yo voy, tú no puedes seguirme ahora, pero más adelante me seguirás». Pedro le preguntó: «¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti». Jesús le respondió: «¿Darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces» (Juan 13, 36-38).

Más allá de la buena voluntad, somos muy limitados

Con el corazón un tanto encogido, me siento con la imaginación delante del icono de la Trinidad de Rublev. Uno mis manos a las del Padre y el Espíritu y contemplo al Hijo frente a mí. Ayer constaté el enfado de un amigo que no se sintió atendido por mí en un momento en que lo necesitaba. Yo no puedo llegar a todo el mundo en todo momento. Mis capacidades más allá de la buena voluntad son muy limitadas. El paso del tiempo lo arreglará, me dijo cuando le llamé. Lo cierto es que no creo en que dejar pasar el tiempo sea la mejor manera de sanar heridas. Paradógicamente, también me dio las gracias por haber llamado. Como dice una amiga mía, quien se acerca a los demás y cuida de ellos, es precisamente quien tiene estos problemas.

Sobre la Práctica de la Misericordia

Aceptar y entender la misericordia hace nacer el compromiso en cada uno de nosotros. La dimensión ética de la misericordia proviene del hecho de que una religión sin obras o sin compromiso es falsa tal y como decían los profetas del Antiguo Testamento. Creer es comprometerse sin olvidar otras formas de encuentro con Dios (hay quien decía exageradamente que hasta que no se consiga justicia en Vallecas, no se debería celebrar misa).

Dios todomisericordioso

El rostro de la misericordia es Jesús de Nazaret, Rico en Misericordia. El nombre de Dios es misericordia, La Hora de la Caridad. Creer, tener horizontes de sentido, celebrar y practicar la misericordia. Dios se descubre como misericordia en la historia. Se hace presente y opera metido en la historia desde una alianza, se muestra a través de la oración individual, la confirmación profética de que Dios siempre deja una puerta abierta; la contra imagen de quien piensa que no se puede perdonar tanto.

Las prácticas de Jesús sanando y comiendo con todo tipo de personas junto a sus palabras y parábolas le llevan a recordar lo que dijeron los profetas: «Misericordia quiero y no sacrificios». Un Dios todopoderoso que se convierte en Dios todomisericordioso.

Chaplin

Te criticarán siempre, hablarán mal de ti y será difícil que encuentres a alguien al que Tú puedas gustar tal como eres.

Por tanto vive, haz aquello que te dice el Corazón, la Vida es como una obra de Teatro que no tiene ensayos: canta, baila, ríe, vive intensamente cada día de tu Vida antes de que la Obra termine sin aplausos (Chaplin).

Mudos que hablarán

Jesús estaba expulsando a un demonio a una persona que era muda. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada,
pero algunos de ellos decían: «Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios» (Lucas 11,14-23).

Señor, concédeme no quedarme mudo ante algunas preguntas que me hago y a las que otros me invitan a responder y para las que no sé qué decir. Concede a este pequeño siervo tuyo la elocuencia de responder con alegría y el buen humor para escuchar palabras, quizá desconocidas, sacadas por ti del interior del corazón.

Saltos cualitativos

La iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción y contagio. El amor y el enamoramiento nos llena de alegría, son contagiosos y atrayentes, nos hace dar saltos cualitativos por encima de lo que atisbamos de lo que nosotros mismos somos capaces.