Ahora seguimos, respetamos y buscamis tu rostro

Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados.

En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.

Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados.

Que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían no quedan defraudados.

Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro (Daniel 3, 26-29).

Así son los hijos de la luz

Cuando atraviesan áridos valles,
los convierten en oasis,
como si la lluvia temprana
los cubriera de bendiciones;
caminan de baluarte en baluarte
hasta ver a Dios en Sión.

De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.

Me llamó desde el vientre materno

Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó en las entrañas maternas y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba (Is 49,1b-2).

Presumiendo de debilidades

Muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte (2Co 12,9b-10).

Contemplando la alegría

Contemplando mi llegada a la oración del jueves tras haber pasado varias semanas sin haber podido ir. Viendo que la alegría brota espontáneamente al contemplar las caras de gente conocida, otras que hacía tiempo que no venía, otras nuevas. Mirando a alguien que estuvo ayudando a un inmigrante a encontrar casa. Hoy se sentaron juntos, se han hecho amigos. Escuchando el silencio en medio de la oración. Hacía tiempo que no lo escuchaba. Tras el silencio, comentarios de gente ilusionada, con ganas de compartir su propia vida. Dando gracias por nuevos trabajos, padres que se alegran e intervienen desde el cielo y la tierra, lecturas que tocan el corazón y una boda LGTB realmente memorable. Aquella tarde me pareció que Dios mismo se hacía presente en aquella desde su mismo título: la ALEGRÍA.

Acordaos de vuestros dirigentes

Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre. No os dejéis arrastrar por doctrinas complicadas y extrañas (Hebreos 13,7-9a).

¡Feliz día de San Ignacio!

¡Feliz día de San Ignacio! Felicidades a Iñakis, Íñigos, Nachos e Ignacios. Entre Azpeitia y Azkoitia, Santuario de Loyola, damos gracias por el paso de este buen hombre por el mundo, por su conexión y cariño a Su Divina Majestad, porque aprendió a ejercitarse espiritualmente, a acompañar a otros y a discernir entre el buen y mal espíritu, dejándose acompañar y educando su voluntad tanto cuanto más le acercaba a Su Divina Bondad. Gracias por La Compañía de Jesús, por hacerse medio eficaz para trasladarnos ese encuentro con Dios a la manera de Ignacio. En este día pedimos por ella para que siga siendo siempre fiel al mensaje de Dios, aprenda a entender y cuidar a sus propios miembros jesuitas y se sepa poner en las fronteras del mundo y la sociedad. Que nuestro Señor le siga concediendo su amor y gracia, que esta le basta.

Seigneur, sois mon rocher

Au coeur des tempêtes qui secouent ma vie, Seigneur, apprends-moi à me reposer en Toi.

Au coeur des doutes qui m’assaillent, Seigneur apprends-moi à me fier à Toi.

Au coeur des peurs qui me troublent, Seigneur, sois mon rocher.

Tu sais les dificultés de mon chemin, Tu connais ses escarpements et ses ravins. Pour choisir chaque jour la confiance pour décider de te faire confiance chaque matin, donne-moi de ne jamais lâcher ta main, donne-mois des frères pour aller vers demain (Chantal Lavoillote).

Decisiones

Lo importante de hacer una elección no es sólo acertar en ella sino el simple hecho de decidir.

Conectando con las emociones

Señor mío, enséñame a conectar con mis emociones de rabia y alegría. Sentir la rabia cuando me siento injustamente tratado, identificarla y echarla fuera de mí aclarando por qué me siento así y reclamando ser tratado como merezco. Conectar también con la alegría. Poder sentir y expresar con efusión el acierto de acciones y gestos propios y ajenos. Permitir que el corazón se esponge y alegre, reconocer a otros y a mí mismo logros y pasos hacia adelante dando tiempo a disfrutarlos y agradecerlos antes de pasar a otra cosa.