2016-02-18 Cuaresma, tiempo para sembrar paz.
En este tiempo de oración queremos acercarnos a Jesús de Nazaret, el maestro, el único protagonista de nuestro encuentro, el que nos ha seducido con su vida. No vamos a tener prisas con Él en este rato. Porque se trata de estar con Él. Nuestra oración no tiene otras pretensiones. Evitemos el efectismo, que busca lo bonito y acaba olvidando al Señor. Superemos el cansancio, dejando que el Espíritu encienda en nosotros el deseo del encuentro con el Señor. Acudamos a su presencia con humildad, derramando nuestro corazón herido ante Su Presencia. No nos escondamos ante su mirada por miedo o por comodidad. No cerremos nuestros labios ante sus oídos comprensivos. No dejemos que se enfríe nuestro corazón ante el fuego de Su Corazón. Vayamos juntos a Su Presencia.