Solamente un árbol….

 El año, en mi vida, ha comenzado con maravillosos frutos.

El día de ayer llegó, a mí, Jeremías con estas palabras: «Bendito el SER HUMANO que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.  Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto».

Creo firmemente en ello y he aprendido, a base de la conversión continua, que mi responsabilidad radica en hacer crecer las raíces hacia la corriente.

De los frutos se encarga Él.


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