San Isidoro, patrón de estadísticos

San Isidoro de Sevilla (¿Cartagena? ¿Sevilla? ¿560? ¿570?―Sevilla 636)


Habiendo sido aprobada dicha solicitud por la autoridad eclesiástica competente, la Orden de la Presidencia del Consejo de Ministros del 14 de mayo de 1928 (Gaceta del 25), S. M. el Rey sancionó legalmente este patronazgo declarando el día 4 de abril de cada año día festivo para los citados ingenieros con el fin de que fuese solemnizada debidamente la festividad de dicho santo.

 

[Extendido] este patronazgo a todos los cuerpos que integraban la Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico. Por la Orden del Ministerio de Trabajo y Previsión del 22 de enero de 1930 (Gaceta del 29), S. M. el Rey de conformidad con lo solicitado por la Dirección General del Instituto tuvo a bien reconocer como patrono de todo el personal de la misma a San Isidoro.

 

A la vista de estos hechos administrativos, ¿debería entenderse que a partir del 21 de abril de 1931 San Isidoro fue también patrón de los estadísticos? *

 

 

* * *

Por causa de la crueldad de las estadísticas proyectivas, en

el próximo dos mil dieciséis morirán en accidente de tráfico un millón de personas.

Un uno seguido de seis ceros.

 

Según las estadísticas, como un cinco por ciento de la población somos LGBT, pocos.

Y más o menos uno de cada quince mil nacidas / nacidos será transexual.

Pero las fobias, muchas, sí están disparadas.

Dios nuestro, ¡reviéntanos las estadísticas!

 

Las temperaturas medias subirán en el planeta

un grado centígrado en los próximos años.

Él dormía sobre un almohadón en la barca y no se enteraba de la tormenta. Marcos cuatro treinta y cinco.

 

Dios nuestro, ¡reviéntanos las estadísticas!

Las probabilidades de que contactemos con un planeta

con vida inteligente son de un cero coma seguido de muchos ceros

y al final, un pequeñito uno.

 

¡Mal de muchos, consuelo de
tontos estadísticos!

2015: tenemos armas suficientes para

extinguir nuestra Vida  varias veces,

y todas las deudas planetarias son cien veces mayores

que los billetes y monedas reales que pudieran pagarla.

La puerta es estrecha, la mies es mucha, son muchos los llamados y los elegidos…, pues…

Ciento cincuenta y tres peces en la red.

La torre de Siloé cayó y mató a dieciocho que pasaban por allí,

Lucas trece cuatro.

[ Pero las probabilidades de que alguien escriba un poema tan malo como este son altas. ]

 

¡Espíritu, un domingo por la mañananos tócanos a gloria, repícanos de alegría nuestras campanas de Gauss!

 

Dios nuestro, ¡reviéntanos las estadísticas!

 

Dios, que nunca digamos tacañería de la salvación,

y sí digamos Economía de la Salvación, de tu Salvación, chorro de abundancia de Tu Salvación. Tú estás con nosotros

el 100% de los días hasta el fin del mundo.

Que buscando nos salgan aún más de 5.970.000 resultados.

 

 

 

 

 

 

 

¡O mil y pico millones!

 

Las probabilidades de que no nos ames son cero, aunque no nos lo parezca.

 


 

Ante una Mani del Orgullo en este Madrid nuestro estepario, en la acera dos personas que no…, que no…

 

―Mira toda esa gente de apellido Uza. ¡Qué desvergonzados!  Haciendo gala de la lujuria, y del orgullo. Pavos reales príapos.

 

―Sí, esto no pasaba hace veinte años.Hacían una besada en Tirso de Molina e iban sólo cuatro. Hace diez años, toda esta gente, ¿dónde estaba? 

 

―En el armario ese del que ellos mismos hablan.

 

―Y ahora lo que quieren es que les reconozcamos por causa de su estadística. Como dicen que son % % suficientes para un cambio legal y hasta ético, litúrgico y moral, piden que se aplique…

 

―… como si la liturgia, ética o moral dependiera de la estadística, de LQRS, Lo Que Realmente Sucede!

 

Se les acerca un ángel.

 

―Para Di+saDi+s no existe el número.  Si yo digo «tres» ello implica que un cuchillo dio dos cortes sobre algo y lo partió. No hay cantidades para Dios, cuchillos cortantes. El tiempo no es una línea para Él, y menos una línea en sólo una dirección. Vuestra estadística es para Dios una cuchufleta. ¿Sabéis algo de Amar, Reconocer, Comprender?

 

―Algo sabíamos, sí.

 

―Pues hala, caminemos los tres por este río de gente.

 

 


 

*

 Jesús Santos del Cerro, coord. Historia de la probabilidad y la estadística, II

Delta publicaciones / AHEPE

 

 

 

¡Ah! Un añadido posterior. Acerca de nuestra más capital estadística: ¿Cuántos somos? Y me tropiezo con esto o con esto. No va personalmente firmado, y dice que somos no más del tres por ciento de la población.  ¡ El 1,4 % !  ¡O sólo el 3% !  Pobres desinformados…

 

 

 

 


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