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En lugar humilde, hermoso y gracioso

Contemplando cómo mi Señor pone su bandera, su campamento, en lugar humilde, hermoso y gracioso. No muy instalado; dispuesto a hacer mudanza cuando sea preciso. Mirando cómo escoge a sus colaboradores, las piezas clave para traer el amor al mundo. Mirando cómo me llama a mí. Sin grandes discursos, invitando a la pobreza, a soportar menosprecio y a la humildad.

Oración del jueves: «Preparad el camino del Señor»

UTOPÍA (Eduardo Galeano)
 
Ella está en el horizonte. 
Me acerco dos pasos, 
ella se aleja dos pasos. 
Camino diez pasos 
y el horizonte se corre 
diez pasos más allá. 
Por mucho que yo camine 
nunca la alcanzaré. 
¿Para qué sirve la utopía? 
Para eso sirve: 
¡para caminar! 

¡Feliz Adviento!

Profetizando con denuncia y renuncia. Poniendo a Dios primero y después a las instituciones. Intentando hacer cosas ordinarias con amor extraordinario. Porque Dios no busca a los capaces, sino que capacita a los que buscan. Saliendo de nosotros, de lugares cómodos para ir a otros distintos, donde a pesar de poder estar más incómodos, en realidad nos encontraremos mucho mejor. No queriendo hacer memoria de lo que sucedió, sino deseando vivamente celebrar lo que estar por venir. ¡Feliz Adviento!

Replicando el perdón de Cristo

Para los creyentes, el perdón verdadero, el más hondo y puro se realizó una vez en la historia: cuando Jesús con sus brazos extendidos en la cruz nos acoge diciendo: «perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen». Y tras ese instante sobrenatural, nos encomendó una tarea: la de intentar replicarlo con su ayuda hasta el confin de los tiempos.

Lectio Divina 2013-12-08: Preparad el camino del Señor

 Mateo 3,1-12

 

Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.» Éste es el que anunció el profeta Isaías diciendo: «Una voz grita en el desierto: «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.» Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.

 

Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo: «¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones, pensando: «Abrahán es nuestro padre», pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras. Ya toca el hacha la base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al fuego. Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga.»

 

El perdón: respuesta del que se siente querido

El perdón, consciente, incondicional y gratuito sólo puede darse cuando uno ha sido, y se siente, infinitamente querido, perdonado. Y tan agradecido por ello que uno no puede sino imitar ¡aquello tan grande que le han regalado!

Relaciones no deseadas que implica el perdón

El perdón implica una relación no deseada con el mal que se nos hace, una vinculación con el resquemor, la venganza y otros sentimientos que experimento en mi interior y que conscientemente decido no volcar en los demás, para sufrirlos yo. No se puede perdonar a medias. Es preciso una renuncia, a veces faraónica, a uno mismo, a mis propias heridas.

El perdón: un gran acontecimiento

La causa del perdón no es el tiempo, la comprensión o el poder personal de perdonar. Cuando el perdón ocurre, es un auténtico acontecimiento que se produce en un instante concreto, inspirado, «mágico», que se recuerda con día y hora rozando lo sobrenatural, que viene de fuera y nos sorprende hasta el punto de reconocer que no es nuestro. El perdón es ese instante; quizá desencadenado por un proceso previo, tras el que se inicia otro: la reconciliación.

2013-12-01 Felicitaciones de Navidad 2013

Comenzamos el tiempo de Adviento con el deseo de estar atentos y despiertos: porque un niño nace nuevamente entre nosotros. Un niño que con su inocencia entra en nuestra vida y lo va poniendo todo patas arriba.

Hoy pedimos para que le dejemos acampar y entrar. El Adviento va sobre preparativos, estar pendientes de un nacimiento, la esperanza de una venida, tener las cosas a punto. Cuando un niño nace, acapara toda la atención. El Adviento es la etapa final del embarazo. Un niño nace y acampa entre nosotros. Viene a compartir, a hacerse nuevamente uno de nosotros hasta la venida final del Señor. El inicio de nuestro Señor omnipotente es el de un niño indefenso que sólo puede subsistir con nuestros cuidados. Preparad el camino al Señor, haced rectas todas sus sendas. Que el lobo habite con el cordero. No harán daño y estrago por todo mi Monte Santo. Consolad, consolad a mi pueblo, que se ha cumplido su servicio y está pagado su pecado. Bajaste, y los montes se derritieron con tu presencia. Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Este es el clima del Adviento. Dispongámonos y preparémonos porque un niño se nos ha dado, al que llamarán Dios Todopoderoso, el Padre perpetuo, el Príncipe de la paz. Hagámosle un hueco en nuestra vida aunque nos ponga todo patas arriba. Él a cambio, nos dará la felicidad