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Esperando contradicciones

Tomando conciencia de que cuando se trata de temas candentes con tantas derivadas no cabe sino esperar contradicciones y barreras. Humanamente no hay que desanimarse, sino seguir profundizando y confirmando la voluntad de Dios. Dios llama y llama con fuerza donde los arquitectos menos se lo esperan. Quizás es un buen momento para construir misión. Para preparar con más ahínco el terreno para otros. Para ser consciente de ser semilla, frontera dentro de la frontera, caña cascada en un cañaveral deseoso de escuchar la Palabra de Dios, aunque él mismo lo ignore.

2014-07-31 Oración Ecuménica “Sin miedos. Con Esperanza”

Esta oración nació con otra múltiple idea. Quería abordar la Imagen y Semejanza de Dios que hay en cada uno de nosostr@s y, a la vez, el desarrollo de nuestra Identidad Cristiana y L.G.T.B + H.

Con la vida misma que fluye, varios acontecimientos hicieron que otras experiencias quisieran ser compartidas hoy.

Lo INEVITABLE (eso que rompe todos los esquemas en la vida, ese choque con la realidad sin máscaras) se acercó a varias personas que me rodean. Y tuve la oportunidad de estar allí para compartirlo con ell@s..

San Ignacio de Loyola

Día de San Ignacio, deseando más que nunca que su Divina Majestad se haga presente en medio de la Compañía de Jesús y las visiones y clarividencias que esa Divina Bondad concedió a Ignacio, se las conceda a su Compañía. Para seguir avanzando en el discernimiento de las mociones del buen Espíritu para así alcanzar en todo amar y servir. Reconociendo que todo es de Dios, disponiendo todo a su voluntad y pidiendo su amor y gracia, que esta nos basta.

Hemos creído en el amor de Dios

Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.

Soñaron oír lo que yo oigo

A quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene […] Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán. Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido […] Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo vieron; oír lo que oís, y no lo oyeron.

Dios interviene

En todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman (Rm 8, 28a). Porque para quien ama a Dios, todo le sirve para el bien.

Cristo vive en mí

A través de la ley, he muerto a la ley para vivir para Dios. Desde que he sido crucificado con Cristo, ya no vivo, sino que es Cristo el que vive en mí. Mientras viva en este mundo, vivo en la creencia del Hijo de Dios, que siempre me ha amado y por mí se ha entregado.

Nos llama hijos suyos

Mirad lo inmenso que es el amor del Padre, que nos llama hijos suyos. Realmente lo somos. El mundo no nos conoce porque a Él no le han reconocido. Lo que seremos, no se nos ha dado aún a conocer, pero seremos semejantes a Él, porque le veremos tal cual es. Tener esta esperanza nos hace santos, como Él mismo lo es.

El Señor soberano es mi fuerza

Señor, he oído tu fama, me ha impresionado tu obra. En medio de los años, realízala; en medio de los años, manifiéstala; en el terremoto, acuérdate de la misericordia.

Sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido.

El Señor viene de Temán; el Santo, del monte Farán: su resplandor eclipsa el cielo, la tierra se llena de su alabanza; su brillo es como el día, su mano destella velando su poder.

Aunque la higuera no echa yemas y las viñas no tienen fruto, aunque el olivo olvida su aceituna y los campos no dan cosechas, aunque se acaban las ovejas del redil, y no quedan vacas en el establo, yo exultaré con el Señor, me gloriaré en Dios mi salvador.

El Señor soberano es mi fuerza, él me da piernas de gacela y me hace caminar por las alturas.