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Hermosa realidad

En este hermoso día de Ntra. Sra. de los Dolores una lectura  me recordó esta fotico que comparto con vosotrxs. Ellxs y muchxs más, que no salieron en esta foto, están a nuestro servicio para ayudarnos a despertar y ascender. ¡Que hermosa realidad! 

Aprendiendo a ser

Intentando buscar el difícil equilibrio entre dar la vida, darse, partirse, entregar mi tiempo, mi esfuerzo, cuidar de aquellas personas que me rodean, con el hecho de que de nada me sirve ganar el mundo y a la gente, si me pierdo a mí mismo. Conjugar la expansión de un corazón entregado y agradecido con un vivirse centrado, encontrado, descansado, en paz. Aprendiendo cada día a ser, conjugando la acción eficaz, la optimización del tiempo con saber encontrar momentos para estar con uno y con los demás.

«Una espada te atravesará el alma»

Día litúrgico: 15 de Septiembre: Nuestra Señora de los Dolores

Texto del Evangelio (Lc 2,33-35): En aquel tiempo, el padre de Jesús y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».

Exaltación

Hoy es el día de la Exaltación de la Santa Cruz. <3
Te adoramos Cristo y te bendecimos porque por tu santa Cruz redimiste al mundo!

«Para que todo el que crea en Él tenga vida eterna»

Día litúrgico: 14 de Septiembre: La Exaltación de la Santa Cruz

Texto del Evangelio (Jn 3,13-17): En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él».

Ahora seguimos, respetamos y buscamis tu rostro

Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados.

En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.

Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados.

Que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían no quedan defraudados.

Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro (Daniel 3, 26-29).

«Joven, a ti te digo: levántate»

Día litúrgico: Martes XXIV del tiempo ordinario

Santoral 13 de Septiembre: San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia

Texto del Evangelio (Lc 7,11-17): En aquel tiempo, Jesús se fue a una ciudad llamada Naím, e iban con Él sus discípulos y una gran muchedumbre. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda, a la que acompañaba mucha gente de la ciudad. Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores». Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y Él dijo: «Joven, a ti te digo: levántate». El muerto se incorporó y se puso a hablar, y Él se lo dio a su madre. El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: «Un gran profeta se ha levantado entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo». Y lo que se decía de Él, se propagó por toda Judea y por toda la región circunvecina.

«Os digo que ni en Israel he encontrado una fe tan grande»

Día litúrgico: Lunes XXIV del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 7,1-10): En aquel tiempo, cuando Jesús hubo acabado de dirigir todas estas palabras al pueblo, entró en Cafarnaúm. Se encontraba mal y a punto de morir un siervo de un centurión, muy querido de éste. Habiendo oído hablar de Jesús, envió donde Él unos ancianos de los judíos, para rogarle que viniera y salvara a su siervo. Éstos, llegando donde Jesús, le suplicaban insistentemente diciendo: «Merece que se lo concedas, porque ama a nuestro pueblo, y él mismo nos ha edificado la sinagoga». 

No tengáis Fe en el miedo

 El titulo de esta entrada es una de las palabras más «cristianas» que he escuchado en los últimos tiempos. 

Me hizo recordar otras palabras muy queridas y que comparto con vosotrxs.

«En el Amor no hay Temor»

1 Juan 4:18

«No tengo miedo, no tengo miedo de nada. El “peligro” solo aumentará mi amor, lo agudizará, le dará sabor. Seré el único ángel que necesites.

Dejaras esta vida siendo más hermosx que cuando entraste en ella. El cielo te llevará de nuevo, te contemplará y dirá: solo una cosa puede hacernos tan completos, y esa cosa es el amor».
David Kross 

 

«Habrá (…) alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta»

Día litúrgico: Domingo XXIV (C) del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 15,1-32): En aquel tiempo, todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Él para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Éste acoge a los pecadores y come con ellos». Entonces les dijo esta parábola: «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: ‘Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido’. Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión.