“Dios ama a los gays” frente a “Dios odia a los maricones”: la homófoba iglesia de Westboro encuentra la horma de su zapato

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

God loves gays(“Dios ama a los gays”). Es el mensaje que “Dios” quiere lanzar en una valla publicitaria de Topeka (Kansas), sede de la homófoba iglesia baptista de Westboro. “Dios”, en este caso, es el pseudónimo tras el cual se esconde el creador de una popular página de Facebook que cuenta con casi dos millones de fans: el perfil del altísimo en esta red social.

Se trata, evidentemente, de una página satírica, pero seguro que más del gusto del Dios verdadero -caso de existir- que la infame iglesia baptista de Westboro fundada por el reverendo Fred Phelps, de la que ya hemos hablado en numerosas ocasiones. Una secta cristiana fundamentalista que entre otras acciones promueve la campaña “God hates fags” (“Dios odia a los maricones”), y que nunca ha dudado en celebrar la muerte de personas homosexuales. Sin embargo, fue la decisión de manifestarse en los funerales de los soldados estadounidenses fallecidos en misiones en el extranjero (homosexuales o no) la que les dio a conocer. Los seguidores de la secta consideran que dichas muertes son un castigo de Dios hacia Estados Unidos por su tolerancia hacia la homosexualidad, entre otras “abominaciones”.

Las acciones de la secta, por cierto, recibieron en su momento el espaldarazo del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, ante el cual recurrió Albert Snyder, padre de uno de los soldados en cuyo funeral se manifestaron y dieron “gracias a Dios”. El Supremo, por 8 a 1, consideró que Phelps y su iglesia tenían derecho a manifestarse en virtud de la primera enmienda a la Constitución, que protege la libertad de expresión.

Fred Phelps falleció hace pocos meses. Varias de sus víctimas (entre ellas el propio Snyder) tuvieron hacia él palabras de respeto y humanidad en sus últimos momentos. Pero la secta que fundó sigue activa -algunos de sus miembros amenazaron hace pocos días con personarse en el funeral del actor Robin Willliams, lo que al final no sucedió- y es por eso que ahora “Dios” quiere que sean ellos los que se vean obligados a ver lo que no quieren: un mensaje de amor hacia las personas homosexuales en una valla publicitaria cercana. Para ello ha lanzado una campaña de crowdfunding que en unos pocos días ha conseguido recaudar más de 50.000 dólares, dinero suficiente para mantener la valla durante todo un año. La campaña, de hecho, promete ya expandirse más allá de Topeka.

 

 


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