2017-12-10 «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.»
En este segundo domingo de Adviento el protagonista es Juan Bautista, el precursor del Mesías. Era un hombre con una gran autoridad moral por su humildad, austeridad de vida y su valentía profética.
Su función era preparar el corazón ante la inminente venida del Señor. Para ello era necesario dejar limpio y sin piedras la senda de la propia vida para que el Señor pueda aterrizar y circular por ella. Qué obstáculos y barreras ponemos a Dios para que no arraigue y transite por nuestra vida?
Juan Bautista invitaba a sus oyentes a la confesión de los pecados y a la conversión. Este tiempo de Adviento es un tiempo penitencial. Te sugiero que celebres el sacramento de la Reconciliación para que el Señor limpie de tropiezos tu camino vital y seas una autopista diáfana donde Él pueda circular.