2019-03-07: “Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios” (Lc 6,20).

La pobreza es, pues, una espiritualidad, es una actitud del cristiano; es una disponibilidad de alma abierta a Dios.
CANON DE TAIZÉ:
Oh, pobreza, fuente de riqueza,
Señor, siémbranos, alma de pobre.
 
Salmo 130.
Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.
 
Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.
 
Oh, pobreza, fuente de riqueza,
Señor, siémbranos, alma de pobre.
Salmo 111.
¡Aleluya!
Dichoso quien teme al Señor
Y ama de corazón sus mandatos.
 
Su linaje será poderoso en la tierra,
La descendencia del justo será bendecida.
 
En su casa habrá riquezas y abundancia,
Su caridad es constante, sin falta.
 
En las tinieblas brilla como una luz
El que es justo, clemente y compasivo.
 
Dichoso el que se apiada y presta,
Y administra rectamente sus asuntos.
 
El justo jamás vacilará,
Su recuerdo será perpetuo.
 
No temerá las malas noticias,
Su corazón está firme en el Señor.
 
Su corazón está seguro, sin temor,
Hasta ver derrotados a sus enemigos.
 
Reparte limosna a los pobres,
Su caridad es constante, sin falta
 
Y alzará la frente con dignidad.
El malvado, al verlo, se irritará,
 
Rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.
 
Oh, pobreza, fuente de riqueza,
Señor, siémbranos, alma de pobre.
 
¡Ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo! (Lc 6,24).
 
Salmo 72.
 “Qué bueno es Dios para el justo,
El Señor para los limpios de corazón”.
Pero yo por poco doy un mal paso,
Casi resbalaron mis pisadas:
Porque envidiaba a los perversos,
Viendo prosperar a los malvados.
 
Para ellos no hay sinsabores,
Están sanos y orondos;
No pasan las fatigas humanas
Ni sufren como los demás.
 
Por eso su collar es el orgullo,
Y los cubre un vestido de violencia;
De las carnes les rezuma la maldad,
El corazón les rebosa de malas ideas,
Insultan y hablan mal,
Y desde lo alto amenazan con la opresión.
 
Su boca se atreve con el cielo,
y su lengua recorre la tierra.
Por eso mi pueblo se vuelve a ellos
y se bebe sus palabras.
 
Ellos dicen:” ¿Es que Dios lo va a saber, se va a enterar el Altísimo?
Así son los malvados:
siempre seguros acumulan riquezas.
 
Pero yo siempre estaré contigo,
tú agarras mi mano derecha,
Me guías según tus planes,
Y me llevas a un destino glorioso.
 
¿No te tengo a ti en el cielo?
Y contigo, ¿qué me importa la tierra?
Se consumen mi corazón y mi carne
Por Dios, mi lote perpetuo.
 
Si: los que se alejan de ti se pierden,
Tú destruyes a los que te son infieles.
Para mí lo bueno es estar junto a Dios,
Hacer del Señor mi refugio;
Y contar todas tus acciones
En las puertas del Sión.
Oh, pobreza, fuente de riqueza,
Señor, siémbranos, alma de pobre.
 
El hombre rico y Lázaro, el pobre.
“Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino, y todos los días celebraba espléndidos banquetes. Y había también un pobre, llamado Lázaro, tendido en el portal y cubierto de úlceras, que deseaba saciar su hambre con lo que tiraban de la mesa del rico. Hasta los perros venían a lamer sus úlceras. Un día el pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. También murió el rico y fue sepultado. Y en el abismo, cuando se hallaba entre tormentos, levantó los ojos el rico y vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno. Y grito: ”Padre Abrahán, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje en agua la yema de su dedo y refresque mi lengua, porque no soporto estas llamas”. Abrahán respondido:”
 
Recuerda, hijo, que ya recibiste tus bienes durante la vida, y Lázaro, en cambio, males. Ahora él está aquí consolado mientras tú estás atormentado. Pero, además, entre vosotros y nosotros se abre un gran abismo, de suerte que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni tampoco puedan venir de ahí a nosotros”.
 
Replicó el rico: “Entonces te ruego, padre, que lo envíes a mi casa paterna, para que diga a mis cinco hermanos la verdad y no vengan también ellos a este lugar de tormento”. Pero Abrahán le respondió:” Ya tienen a Moisés y a los profetas, ¡que los escuchen! Él insistió:”No, padre Abrahán; si se les presenta un muerto, se convertirán”. Entonces Abraham le dijo:” Si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco harán caso aunque resucite un muerto”. (Lucas 16,19-31).
 
Homilía de San Óscar Romero.
“Y comencé a contarles la aventura de nuestra Iglesia, aquí en El Salvador: «¿Qué es lo que hacemos? En primer lugar nos encarnamos en los pobres, queremos una Iglesia que de veras está codo a codo con el pobre pueblo de El Salvador y así notamos que cada vez, en este acercarse al pobre, descubrimos el verdadero rostro del siervo sufriente de Yahvé. Es allí donde nosotros conocemos más cerca el misterio del Cristo que se hace hombre y se hace pobre por nosotros. ¿Qué otra cosa hace aquí la Iglesia? Les dije, Anunciar la buena nueva a los pobres, pero no con un sentido demagógico como excluyendo a los demás, sino al contrario.
 
Aquellos, que secularmente han escuchado mal las noticias y han vivido peores realidades están escuchando a través de la Iglesia la palabra de Jesús: ¡El Reino de Dios se acerca!, es nuestro. ¡Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios! Y desde allí tiene, también, una buena nueva que anunciar a los ricos: que se conviertan al pobre para compartir con él los bienes del Reino de Dios que son de los pobres..[…].
 
La pobreza es, pues, una espiritualidad, es una actitud del cristiano; es una disponibilidad de alma abierta a Dios. Por eso decía Puebla que los pobres son una esperanza en América Latina, porque son los más disponibles para recibir los dones de Dios. Por eso Cristo dice con tanta emoción: ¡Dichosos ustedes los pobres porque de ustedes es el Reino de Dios! Ustedes son los más capacitados para comprender lo que no comprenden quienes están de rodillas ante los falsos ídolos y confían en ellos. Ustedes que no tienen esos ídolos, ustedes que no confían porque no tienen el dinero o el poder, ustedes desvalidos de todo, cuanto más pobres, más dueños del Reino de Dios, con tal que vivan de verdad esta espiritualidad porque la pobreza que aquí dignifica Jesucristo no es una pobreza simplemente material, no tener nada, y eso es malo; es una pobreza que toma conciencia, es una pobreza que acepta la cruz y el sacrificio no con conformismo porque sabe que no es eso voluntad de Dios “.Pero sabe también que en la medida en que hace de su pobreza una conciencia, una espiritualidad, una entrega, una disponibilidad al Señor, se está haciendo santo y desde una santidad sabrá ser el mejor liberador de su propio pueblo. La Iglesia está forjando estos liberadores del pueblo. Ustedes cristianos, en la medida en que su pobreza se convierte en espiritualidad, en esa medida también ustedes son liberadores de nuestro pueblo”.
                                                                                (San Salvador, 17 de octubre de 1980).
Pequeños aclaraciones.
 
Cuando el pobre nada tiene y aún reparte,
Cuando un hombre pasa sed y agua nos da,
Cuando el débil a su hermano fortalece,
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2).
 
Cuando un hombre sufre y logra su consuelo,
Cuando espera y no se cansa de esperar,
Cuando amamos, aunque el odio nos rodee,
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2).
 
Cuando crece la alegría y nos inunda,
Cuando dicen nuestros labios la verdad,
Cuando amamos el sentir de los sencillos,
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2).
 
Cuando abunda el bien y llena los hogares,
Cuando un hombre donde hay guerra pone paz,
Cuando hermano le llamamos al extraño,
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2).
ORACIÓN COMUNITARIA: Señor Jesucristo: imploramos tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTBI, por todas aquellas personas que no se aceptan a sí mismas, que sufren en soledad, son perseguidas por su orientación sexual o su identidad de género y que no son comprendidas, ni aceptadas en su entorno más cercano.
 
También te damos gracias y te pedimos por Crismhom, para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro en nuestra comunidad LGTBI de Madrid. Amén.
 
BENDICIÓN: El Señor nos bendiga y nos guarde, nos muestre su rostro y tenga misericordia de nosotros, vuelva su rostro a nosotros y nos conceda la paz. El Señor nos bendiga, hermanas y hermanos. Amén.

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