Maria es nuestra madre

«Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta Madre».

(San Juan Pablo II)

More en nosotros el espíritu de Maria

 

More en todos nosotros el espíritu de María, para que de él recibamos la vida; y permaneciendo en nosotros su espíritu lleve a efecto obras buenas pudiendo vivir de su mismo espíritu.

¿Qué sabemos de la dignidad humana?

«Se ha dicho que a Dios no le importan nuestras oraciones, después de todo Él nos ama incondicionalmente, ¿Cierto? Dios no “necesita” de nosotros; Él no requiere que aparezcamos y realicemos todas nuestras conexiones espirituales o utilicemos todas nuestras herramientas espirituales.
La única razón por la cual nos aplicamos hacia el crecimiento espiritual es porque somos nosotros quienes necesitamos al Creador, somos nosotros quienes necesitamos un proceso que pueda permitir el balance de nuestra negatividad. Pero la única forma en la que las personas pueden alcanzar el balance en cualquier cosa es a través de algún tipo de esfuerzo.
Si yo deseo tener mejores músculos, necesito ejercitarme.

Acuérdate de Maria y llámala en tu ayuda

Cuando las tentaciones pongan en peligro tu salvación y la tristeza te quite las fuerzas y los deseos de seguir trabajando por conseguir la santidad, acuérdate de María y llámala en tu ayuda; llámala insistentemente como el niño aterrorizado pide ayuda a su madre y Ella, que es causa de nuestra alegría, correrá a ayudarte. Te desafío a que hagas la prueba. No te fallará ni una sola vez 

(San Bernardo)

Acudimos a ti Maria como hijos tuyos

«María, Madre de Jesús y de cuantos participan de su ministerio sacerdotal,

acudimos a Ti como hijos que acuden a su Madre. Ya no somos niños, sino adultos que de todo corazón desean ser hijos de Dios.

Nuestra condición humana es débil; por eso venimos a suplicar tu ayuda maternal para conseguir sobreponernos a nuestras debilidades.

Danos tus ojos Maria

“Danos tus ojos, María, para descifrar el misterio que se oculta tras la fragilidad de los miembros del Hijo. Enséñanos a reconocer su rostro en los niños de toda raza y cultura”. 

San Juan Pablo II, el Papa peregrino.

Dichosa porque escuchó la Palabra de Dios

“María es dichosa también porque escuchó la palabra de Dios y la cumplió; llevó en su seno el cuerpo de Cristo, pero más aún guardó en su mente la verdad de Cristo”.

(San Augustin de Ipona) 

 

Maria nos invita a amar la palabra de Dios

 

Así María habla con nosotros, nos habla a nosotros, nos invita a conocer la palabra de Dios, a amar la palabra de Dios, a vivir con la palabra de Dios, a pensar con la palabra de Dios.

(Papa Benedicto XVI, Homilía, 15 de agosto 2015).