Blog de Crismhom
Maria de Fátima
El enemigo está en nuestra cabeza
Nos purifica una imagen real de quién es Dios y no una imagen deformada. ¿Qué imagen tenemos de Dios? Somos limitados y humanos. Reconciliarnos con nuestra limitación es sano pero difícil. Cura de humildad al reconocer nuestros años, nuestra enfermedad, aceptar nuestras limitaciones y crisis. Ellas nos hacen más humanos, más cercanos, más humildes y Dios está con nosotros con una cercanía especial. El enemigo está en nuestra cabeza. La aceptación de lo que venga nos relaja. Necesitamos a alguien que refuerce nuestra sensación de hacer las cosas bien. Ese es Jesús mismo, que sale a nuestro encuentro.
Alregraos: aprendiendo a no tristar
Somos seres de encuentro. El encuentro con los demás nos hace sentir mejor. ¡Qué suerte tener amigos y grupos! La experiencia de Pascua sucede en un encuentro. Jesús sale a nuestro encuentro al resucitar. Tenemos que preparar ese encuentro. Él viene aunque yo no tenga fuerzas. En medio de la enfermedad viene Jesús y uno lo lleva mejor. Necesito pedir la alegría. Procuremos en nosotros la alegría. ¿Nos regocijamos en pensamientos negativos? Procurarse la alegría lleva trabajo. Es necesario hacer conscientemente el esfuerzo de no retroalimentar lo negativo. No tristarse dirá San Ignacio, es un acto de la voluntad. Psicológicamente es muy sano no alimentar la tristeza. Cristianamente, es un mandato: “¡¡¡Alegraos!!!”. Es una responsabilidad humana no dejar que lo negativo me sobrepase. Visualizar que mi dolor no es ajeno al Señor y Él sale a mi encuentro. ¿Cómo estás aquí presente, Señor mío (porque sé que estás)? Sé que estás, más cerca cuanto peor estamos, muéstrame tu rostro.
Esos creadores con minúsculas
Recuerdo, como si fuera ayer, que siendo casi un niño vi este episodio de «FAMA». Un tributo que se realizaba a «Un creador de estrellas».
Hoy siento la necesidad de agradecer a todas mis Maestras y Maestros en esta vida.
Algunos son personas, otras son situaciones «difíciles» vividas. A algunas las identifique de inmediato y a otros necesite mi tiempo.
Mis votos matrimoniales
Hay un momento en la vida de toda persona que debe pasar del estadio de «prometer» al de «comprometer». Es ese el momento de pasar de la «promesa» al «compromiso».
El Rafa Arnáiz
En mis años de clausura monástica el Rafa Arnaiz era solo un beato. Un niño simple que solo deseaba amar en un amor que lo consumía. No escribió mucha cosa pero sus «florecillas» tienen la reminiscencia de Francisco de Asís y de Teresa del niño Jesús.
Ya lo conocía con anterioridad pero en esos años lo conocí mucho más y se convirtió en uno de mis amigos espirituales, esos tan necesarios en esta tierra.
He tenido la suerte, ya santo, de visitar su monasterio hace pocos años (que hice mío), su tumba y rezar junto a él.
Hoy celebro su vida y agradezco a Dios la luz que transmite.
Gracias Rafa Arnáiz. Nos vemos en poco.
Construyendo un puente: oración de conclusión
Dios amoroso, me hiciste tal cual soy. Te alabo y te amo, pues me creaste maravillosamente a imagen tuya. Pero cuando la gente se burla, me siento herido, desconcertado y avergonzado. Por favor, Dios, recuérdame mi propia bondad, que en Ti descansa.
Ayúdame a recuperar mi dignidad, la que Tu me diste cuando fui concebido. Recuérdame que puedo vivir una vida de amor, puesto que Tú creaste mi corazón.
Permanece conmigo cuando la gente me haga sentir inferior, ayúdame a responder como Tú quieres, con amor y respeto hacia quien me ofende y hacia mí mismo.
Ayúdame a encontrar amigos que me quieran tal cual soy, ayúdame sobre todo a ser una persona amorosa.
Y, ayúdame a recordar que Jesús me quiere, Él también fue visto como un paria, Él también fue incomprendido, Él también fue derrotado y escupido. Jesús me entiende y me ama con un amor especial, por el modo en que he sido creado.