Blog de Crismhom
Llamados a construir el Reino
Contemplando la historia de cómo Cristo nos llama a cada uno para construir el Reino. Una historia de sutiles percepciones, oídos sordos, incertidumbres, duelos y gozos. El Señor insiste y persevera sin prisa.
LECTURA PREVIA 1: 1ª SAMUEL 20
Argucias del mal espíritu
Desde el desconocimiento y la inocencia, ignoro las argucias del mal Espíritu, creyendo que me las sé. Justificaciones y excusas me invaden para hacer lo que no deseo y dejar de hacer lo que quiero. Sin verlas venir, como corderito me dejo influir. También guiado por el buen Espíritu, en quien me dejo imbuir. Recibiendo ciento por uno, que Dios sabe bien cómo hacer feliz al que le sigue.
CONFLICTO CON UN REY
Hoy día vivimos en sociedad. Nos relacionamos con compañer@s de trabajo, con amig@s, con familiares, con la pareja, con cristian@s en comunidad, etc. Nunca esperaríamos tener conflicto con ninguno de ell@s. Siempre se piensa que se trata con personas educadas y respetuosas pero nos encontramos con todo lo contrario y es en esos momentos donde se muestra de lo que estamos hechos: de nuestro carácter o del carácter que Dios nos amolda.
Animos y desánimos
En los ánimos y desánimos de la vida diaria nos jugamos el todo por el todo. La honda felicidad se construye sutilmente venciendo el desánimo diario y disfrutando del gozo de lo que nos anima. Por eso, ¡mucho ánimo y atención con el día a día! Pasan muchas más cosas positivas de las que somos conscientes.
¿Quién soy yo?
¿Quién sería yo si Dios no hubiera acampado en mí? ¿Acaso soy capaz de explicar mi ser o esencia sin pensar en Él? ¿Puede mi vida tener sentido, ser la que es, sin haber recibido el regalo de contemplar con los ojos interiores el rostro de Cristo?
Hechos singulares desapercibidos
Contemplando hechos singulares metidos en la vida corriente. No por el hecho de que se sucedan con rapidez, a veces vertiginosamente, dejan de ser excepcionales. Juntándose con buenas amistades sin prisas. De excursión, disfrutando del maravilloso tiempo atmosférico de este país. Viendo muchos niños. Sus risas y llantos conforman la esperanza del futuro.
Contemplando la llamada de Cristo
Contemplando cómo Cristo nos llama y nos quiere a todos bajo su bandera: la del amor incondicional y gratuito. Poco a poco, tacita a tacita, va llamando sin prisa. Guiando por tantos caminos como personas, cada cual recibe su invitación particular. Sin grandes patrones o estereotipos, Dios se hace notar sin que uno interiormente pueda dudarlo; si acaso, no reconocerlo. Siguiendo el camino de la apertura y el cambio, el Espíritu se hace presente venciendo la pereza, la monotonía, haciendo cosas que «no nos apetecen», pero que uno siente internamente que debe hacer.