Amor y compasión

Aprendiendo a no confundir amor con compasión. Siendo consciente de quien recibe nuestro cariño, lo distingue muy bien de nuestra compasión. Que se compadezcan de uno no es igual a que te quieran. Aprendiendo a transmitir cariño más que compasión. Aprendiendo a estar y buscar a la otra persona no sólo porque esté en mal momento, sino porque queremos estar con ella. No sólo haciendo un favor, sino con deseo pleno de entrar en contacto, sabiendo que la otra persona también me aporta, me ayuda y me enseña. Amor y compasión, sin embargo, dos caras de una misma moneda.


Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad