II Premios Arco Iris 2008

 

El pasado mes de junio le fue entregado a Xavier Pikaza el premio Arco Iris del colectivo CRISMHOM. El premio tiene forma de un prisma de cristal, los cuales refractan la luz descomponiendo varios haces de luz de distintos colores. Y que se denomine premio Arco iris no es solo por la relación con la bandera gay, sino porque sencillamente la misma es sinónimo de la diversa realidad sexual y de la pluralidad inherente al ser humano.
El acto tuvo lugar en la sede de la UGT de Avenida de América de Madrid, en un ambiente alegre y festivo, amenizado con varias piezas musicales tocadas en violín por uno de los simpatizantes de la asociación. El evento se desarrolló entre discursos emotivos e interesantes,a cargo del presidente y de un miembro de CRISMHOM, bordado por una palabras del homenajeado Xavier Pikaza. Como CRISMHOM es un colectivo cristiano, se inició con un momento de oración, para a continuación leer un salmo y una fabulosa carta de San Pablo. El acto de entrega del premio finalizó con un pequeño ágape que se disfrutó entre charlas amenas entre los socios y compartiendo experiencias e inquietudes con Pikaza.
Era la primera vez que le conocíamos en persona, y desde el primer momento nos causó una muy buena impresión; nos pareció un hombre amable, afable y sencillo y, sobre todo, muy cercano. Nos expresó su inquietud por la situación que pasamos las y los homosexuales, bisexuales y transexuales, pero transluciendo claramente un mensaje de esperanza. Él mismo sufrió el rechazo de su orden religiosa en su persona y entiende muy bien como nos sentimos todas y todos al recibir los mensajes provenientes de algunos estamentos y personalidades de la Iglesia Católica. Pero no hubo ni palabras de odio ni de rabia en su exposición; más bien estaba profundamente triste por nuestros hermanos y hermanas que se ven conducidos a pensar así, producto del desconocimiento de nuestra realidad y de prejuicios con bases poco sólidas. Hizo una muy cariñosa y especial mención a su esposa Maribel, la cual ha sido un gran apoyo durante su vida y para su obra. Desde CRISMHOM tuvimos el detalle de obsequiarla con un bonito ramo de flores, con lo que le dimos el protagonismo que se merecía.
Una vez terminado el evento, tuvimos una corta y amigable última charla con Pikaza y Maribel. Volvieron a agradecernos el premio que le habíamos concedido. Se despidieron de todos y cada uno de los asistentes. Días después, nos dedicó una mención en su blog, en el que hace un llamamiento al respeto y a la convivencia alegando por el respeto y la bendición de la diversidad.

A continuación transcribimos el discurso que dió el presidente para presentarnos a Pikaza y las razones por las que Crismhom decidió otorgarle este galardón:

 

DISCURSO ENTREGA DEL PREMIO ARCO IRIS CRISMHOM 2008

 

Querido y estimado Xavier Pikaza, es un honor y una alegría inmensa para nuestra comunidad de Cristianas y cristianos homosexuales de Madrid lgtb tu presencia esta tarde entre nosotras y nosotros para recibir el premio Arco Iris crismhom 2008. Y un saludo también cariñoso a Mª Isabel, tu mujer.

 

Amigas y amigos de Crismhom; hermanos en la fe cristiana y compañeras y compañeros en la militancia lgtb. Recibid también un saludo afectuoso todos los que esta tarde nos acompañáis.

 

Quiero comenzar mis palabras en esta segunda edición del premio Arco Iris Crismhom con las palabras de despedida de Jesús a sus discípulos.

 

“Os doy un mandamiento nuevo:

Amaos los unos a los otros.    

Así como yo os he amado,

amaos también vosotros los unos a los otros.

 En esto todos reconocerán que sois mis discípulos:

en el amor que os tengáis los unos a los otros».

 

“No sois vosotros los que me elegisteis a mí,

sino yo el que os elegí a vosotros,

y os destiné para que vayáis y deis fruto,

y ese fruto sea duradero.

No ruego solamente por ellos,

sino también por los que, gracias a su palabra,

creerán en mí.

Que todos sean uno:

para que el mundo crea

que tú me enviaste”.

 

            En este pasaje del evangelio de Juan, en el que Jesús manifiesta sus últimas palabras a los discípulos antes de su pasión,  aparece con claridad el sentido, identidad y misión de la comunidad cristiana:

 

·         En primer lugar, quien convoca y elige es el Señor. No son nuestros proyectos, méritos o cualidades personales las que fundamentan el origen de nuestra comunidad. La referencia continua al Señor como origen y fuente de nuestra identidad como comunidad cristiana nos posibilita no caer en una excesiva perspectiva puramente humana de nuestros proyectos y vivencias.

·         Evangelizar nuestro corazón supone no perder esta perspectiva; cualquier discernimiento de nuestra comunidad debemos hacerlo desde la fe en la presencia dinamizante del Espíritu Santo. Esta presencia nos ayudará a vencer las desilusiones, cansancios y desgastes que todo proceso y vivencia comunitaria conlleva; y aprenderemos a mirar a los demás desde la fe y no sólo desde nuestros sentimientos humanos.

·         En segundo lugar, la unidad basada en el amor como seña de identidad y exigencia personal y comunitaria. En nuestra comunidad, como muestra de la riqueza de personas y la diversidad, hay diferentes carismas, cualidades, formas de pensar y vivir la fe, diferentes inquietudes de fe y sociales; diversas experiencias de vida previas, algunas gozosas y otras más dolorosas; diferentes procesos de fe y de asunción de la condición homosexual; algunas con procesos de integración fe-homosexualidad más asumidos, y otros en proceso; diferentes modos de visión de la iglesia.

·         Esta diversidad es una riqueza siempre que prevalezca sobre ella la unidad que nace del amor. La unidad en la pluralidad sólo se sostiene desde un amor que proviene de la fe. Por ello, aunque pongamos todos los medios humanos para acercar nuestros corazones, no debemos olvidar la dimensión de fe. El amor y la unidad en nuestra comunidad no es sólo un sentimiento humano; debe provenir de la fe en la presencia de Dios en medio de nosotros y en el corazón de cada miembro de nuestra comunidad. Una comunidad no se sostiene con la buena intención de sus miembros, si no con la mirada de fe en la presencia de Dios en cada uno de ellos.

·         En tercer lugar; El Señor nos convoca y elige y nos pide la unidad en el amor para que el mundo crea y nos reconozca como discípulos suyos. El origen y la identidad de nuestra comunidad carecen de sentido sin la misión. Misión que no es algo secundario o añadido a nuestro ser cristiano, al contrario, dota de sentido nuestra vivencia e identidad.

·         La realidad social, de la que formamos parte y no podemos evadirnos en falsos espiritualismos, necesita la profecía. La unidad en la diversidad es una auténtica provocación profética. Cuando testimoniamos el diálogo, la tolerancia, el respeto al que piensa y vive de forma distinta; cuando nos abrimos a aprender de los demás y no a juzgar al diferente; , cuando hacemos nuestras las discriminaciones que sufre tanta gente; cuando salimos al encuentro del que nos rechaza por cualquier realidad, estamos testimoniando que otra forma de realidad social es posible, en definitiva estamos haciendo presente los valores del Reino de Dios: el amor, la fraternidad, la igualdad, la justicia, la autentica libertad, la paz,

·         Nosotras y nosotros como cristianas y cristianos lgtb, estamos llamados a hacer realidad este mensaje de Jesús en medio de las iglesias cristianas y del movimiento lgtb. La profecía que es anunciar la salvación-felicidad a tanta gente que lo necesita, y la denuncia comprometida y arriesgada de toda situación deshumanizante y marginadora.

 

El premio Arco iris Crismhom supone reconocer a personas o instituciones que con su testimonio han favorecido la integración entre fe cristiana y homosexualidad. En definitiva, es un premio a la profecía, al anuncio y la denuncia. Si el año pasado lo ofrecimos a Miriam y miguel, en reconocimiento por su apoyo a la realidad cristiana dentro de los colectivos lgtb; este año nos sentimos muy orgullosas y orgullosos de concedérselo a Xavier Pikaza por su labor comprometida y profética de defensa de la realidad homosexual dentro del cristianismo. Su labor como teólogo y cristiano comprometido por acercar  el mensaje cristiano a las realidades más comprometidas o fronterizas de la iglesia, así como su claridad de pensamiento y valentía le hacen merecedor de nuestro humilde reconocimiento.

 

Quiero resaltar algunas frases de Xavier que me parecen significativas sobre cristianismo y homosexualidad:

 

“la sociedad está dispuesta a reconocer la unión legal de dos homosexuales y la iglesia católica no debe oponerse a ello, sino pedir

a Dios que los así casados se amen gratuitamente, con generosidad, poniendo su amor al servicio de los demás, que en eso se centra el evangelio”.

 

“es necesario que empecemos dando gracias a Dios por los homosexuales cristianos (y no cristianos). Es una buena noticia el hecho de que muchos homosexuales puedan presentarse como tales, es decir, como personas, con sus valores y problemas, que es claro que los tienen, como los otros grupos de hombres y mujeres. Si un cristiano se avergüenza de ellos o los vuelve a meter en el armario, se avergüenza del mismo Dios creador”.

 

“La mayor parte de los presbíteros y religiosos homosexuales han llevado y llevan una vida digna, trabajan a favor de los demás con honradez, son buenos pastores de la iglesia, cuidadosos profesionales, al servicio del evangelio, de manera que el mismo amor homosexual les permite asumir la exigencia pastoral de Jesús, como indica Jn 21,15-24. Estos homosexuales no son buenos pastores a pesar de su homosexualidad, sino en virtud de ella”.

 

“Lo que importa no es que el presbítero sea célibe o casado, homo- o hétero-sexual, sino que sea fiel al amor y a la vida, que sea persona de gozo y evangelio, de hondura personal y de servicio cercano y libre a los demás”.

 

“Jesús no condena la homosexualidad, sino que abre unos caminos de amor en gratuidad, que valen tanto para varones como para mujeres, para homosexuales como para heterosexuales”.

 

Evidentemente estas palabras y otras muchas que no expongo para no alargarme, son un aliento de esperanza para muchos cristianas y cristianos que seguimos el evangelio desde nuestra identidad lgtb. Son una caricia de ternura y del rostro amable de la iglesia pues provienen de un hombre de iglesia, maestro de teólogos y cristiano comprometido.

 

Hace unos días leí un artículo donde el cardenal Martín, otro hombre de gran lucidez y ciencia, decía: “La Iglesia debe tener el valor de reformarse”. Nosotras y nosotros, miembros de la iglesia, vivimos de la utopía y la certeza de fe; vivimos comprometidos en esta necesaria reforma del lenguaje, los símbolos, la moral, de la presencia en los lugares y ámbitos sociales donde la Iglesia como institución  arraigada en mirarse hacia dentro no llega; una iglesia que, a veces, con sus palabras aleja el mensaje de Jesús a la gente; vivimos comprometidos por la igualdad hombre-mujer en los ministerios y órganos de decisión de la iglesia; para que se acabe el lenguaje discriminatorio sobre las personas lgtb en el seno de la iglesia; para que se acepte nuestro derecho a amar y formar una familia;.

 

Quiero terminar mis palabras haciendo referencia al símbolo que representa nuestro premio. El prisma que refleja la pirámide, aparecen los colores del arco iris. Símbolo de la alianza de Dios con todo el ser humano; y símbolo de la pluralidad y diversidad en la unidad de un prisma. Cuando mires este premio, querido Xavier, recuerda a tus hermanas y hermanos lesbianas, homosexuales, transexuales y bisexuales; y experimenta la unidad en el amor de un mismo Dios Creador, que nos creo en la diversidad y vio que todo era bueno.

 

Y a mis queridas y queridos hermanos de Crismhom, les invito a hacer suya estas palabras de Teresa de Calcuta, que nos sirvan de aliento y gozo para continuar nuestra misión comenzada hace dos años

 

No te detengas

Siempre ten presente que:
La piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años.
Pero lo importante no cambia,
tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña,
detrás de cada línea de llegada,
hay una de partida;
detrás de cada logro,
hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo;
si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas,
sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota;
cuando no puedas trotar, camina;
cuando no puedas caminar, usa el bastón.

Pero nunca te detengas.


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