Se notaba que era un día de muy especial; en la animación de las personas que iban llegando, en la alegría de los rostros, en los saludos llenos de cariño, en las conversaciones de los corrillos. Este año celebramos 15 años del nacimiento de nuestra comunidad y esta es la decimoquinta edición de nuestros Premios Arco Iris, de nuestra gran fiesta. La que nos reúne cada año para reconocer la labor de otros por una sociedad mejor, por una Iglesia más inclusiva.
Me encuentro con Marga en la entrada, quiero saber porqué está aquí, qué significan para ella estos premios. Me dice:
«es una de las cosas más bonitas de la comunidad. Es un reconocimiento a los de fuera, compañeros de lucha»
Ella ya ha asistido a nueve ediciones. Ejemplo de la H (heteros) que forman parte de Crismhom, que lo enriquecen y completan.
Saludo a Norman, que lleva casi desde los inicios de Crismhom, nada menos que catorce años. Estar hoy aquí para él es fruto de su pertenencia y compromiso con la comunidad, de ser cristiano, formar parte del colectivo LGTBI y evangélico.
Jose me cuenta que es el acto principal de Crismhom, entre otras cosas, sirve para dar visibilidad de la comunidad hacia fuera.
Juan hace apenas dos años que nos conoció, cuando tenía 18, forma parte del grupo de jóvenes. Me dice que está aquí para apoyar la causa LGTBI cristiana y a quienes trabajan por esta realidad en la Iglesia.
Álvaro es colombiano, participa en Crismhom desde hace menos tiempo, cree que los premios son la ocasión para acompañar y ejercer el sentido de comunidad entre todos.
Javier y Herminia son un matrimonio que participa en el grupo de padres. Fuertemente implicados en distintas realidades de la Iglesia católica. Como socio de Crismhom, Javier, apoya el premio a una revista católica. Es necesario, asegura, que en el ámbito católico todos se puedan expresar. Herminia está feliz de que se visibilice y se normalice la presencia de los cristianos LGTBI.
Puntualmente el acto comenzó presentado por Marco con agilidad y mucho sentido del humor. Habló de la fundación de Crismhom y sus premios en el 2006. Haciendo un repaso por todos los premiados en ediciones anteriores y reconociendo que de alguna forma a todos ellos les debemos nuestro ADN.
Este año el Premio Arco Iris es para la Revista VIDA NUEVA, por la forma siempre respetuosa, valiente y comprometida con que se ha hecho eco de las noticias referentes a la realidad de las personas LGTBI católicas, dando cabida en sus páginas al testimonio y a las reivindicaciones de muchas de estas personas, y por la accesibilidad y cercanía que siempre hemos experimentado desde Crismhom.
Por ser un altavoz entre los medios nacionales de la realidad y los derechos de las personas LGTBI en la Iglesia Católica.
Enzo, nuestro querido presidente no pudo estar presente y fue Marga, la vicepresidenta la que nos dirigió unas palabras: Después de un periodo tan difícil, en Crismhom hay muchas causas para estar alegres y celebrar. Agradeció a la Parroquia San Juan de Ávila, a su párroco y a todos sus colaboradores la generosidad por cedernos el espacio donde celebrar la entrega del premio y darnos la posibilidad de podernos ver de nuevo en persona.
El segundo motivo para alegrarnos es que a pesar de todas las circunstancias tan difíciles Crismhom se ha mantenido vivo, no ha flaqueado y hemos permanecido unidos en el amor y la oración.
Este tiempo ha sido una experiencia importante en nuestras vidas y como comunidad que nos ha hecho crecer, especialmente con la enfermedad y fallecimiento de nuestro hermano Fernando. Querido Fernando, tú que estás en la presencia del padre, ruega por cada uno de nosotros y por nuestra comunidad.
El tercer motivo de alegría es que damos nuestro XV Premios Arco Iris, esto significa que no estamos solos en la lucha por el reconocimiento de las personas LGTBI en la sociedad y en las iglesias. Hay muchos que luchan por este pleno reconocimiento y esto es un motivo para estar orgullosos.
Entre ellos la magnifica revista católica VIDA NUEVA que está junto a nosotros en este camino haciendo que la visibilidad, el respeto y la acogida a nuestro colectivo sean cada vez más reales. Toda nuestra gratitud por su compromiso.
La presentación del director de la revista, José Beltrán, corrió a cargo de Fanny. Con la cercanía y el conocimiento profundo de quien ha compartido muchos años de fe, campamentos, retiros y donación a los demás en diversos ámbitos eclesiales. Destacó de él su fidelidad, a sus amigos, al trabajo, su compromiso, su capacidad de acogida hacía todos, su alegría y su gran sentido del humor. De José subrayó su vida dedicada a construir un mundo cada vez más al estilo de Jesús. Siempre desde dentro de la Iglesia, acercándose a las periferias como dijo el Papa Francisco.
Fanny agradeció a José Beltrán su valentía y resaltó el hecho de que gracias a personas como él la Iglesia y nuestro mundo son mejores.
Después de recoger el premio de manos de nuestra vicepresidenta fue José Beltrán el que nos habló:
«como dice el Papa, el verdadero poder es el servicio»
Esa es la misión de la revista VIDA NUEVA, que lleva ya 60 años de andadura. Estar permanentemente al servicio.
Con el viento a favor o en contra. Ser una voz dentro de la Iglesia. Propositiva, constructiva, pero también de denuncia. Trabajando con total libertad gracias a PPC (Propaganda Popular Católica) y al apoyo de Editorial SM. Agradeció a la familia Marianista la valentía de dar un paso al frente.
El trabajo de la revista merece la pena si consigue reconciliar a personas profundamente heridas por la Iglesia, devolver la esperanza a quienes la han perdido. A pesar de las críticas o las dificultades que esto puede conllevar.
José Beltrán agradeció a todos lo que formamos Crismhom. Para él estamos todos unidos porque todos seguimos al mismo Jesús. Y Él no hacía diferencias entre las personas.
Nos animó a seguir construyendo una Iglesia de puertas abiertas, pero no para entrar, sino para salir al encuentro de la gente. El Papa Francisco apuesta por una Iglesia para todos, una Iglesia de salida.
«Gracias por ser Vida Nueva»
El final de nuestra fiesta no pudo ser mejor. Julián nos regaló un divertidisimo monologo lleno de “sugerencias” para mejorar la revista. Con inteligencia, agudeza, ironía y mucha sorna consiguió nuestras carcajadas y aplausos constantes durante su intervención.
Y si la alegría era evidente al comienzo del acto, en la salida ese sentimiento se había multiplicado. Oscar, uno de los fundadores de nuestra comunidad, me recordaba la importancia de este acto carismático para Crismhom por su carácter reivincidativo y porque nos recuerda que no estamos solos.
Y me quedo con lo que Ana y Juani me contaban
«Crismhom es una familia, mi familia. Y en las familias se vive unidos lo bueno y lo malo. ¿Cómo no celebrar juntos este momento tan bonito?»