Voces apremiantes de ternura

Abrid el corazón, es él quien llama con voces apremiantes de ternura. Venid, habla Señor, que tu palabra es vida y salvación de quien la escucha. Porque no nos das órdenes, sino que nos comunicas tu voluntad con sutiles percepciones.


Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad