Sobre la pasión de Jesús

Esta sesión de formación que tuvo lugar el sábado 2 de junio de 2012 a cargo de Julio, es parte de un ciclo sobre Cristología. En esta ocasión se abordan las causas y sentido de la cruz. ¿Qué significado tiene para nuestras vidas como cristianos la Pasión y Muerte de Jesús? Para escuchar esta charla en formato de audio pulsa aquí.

 

 

 

 

 

 

CRISTOLOGÍA
LA MUERTE DE JESÚS: EL MISTERIO DE LA CRUZ.
 
¿QUISO DIOS LA CRUZ DE CRISTO?
En la muerte de Jesús, por encima de las causas inmediatas históricas hay una causa de nivel más alto: el plan y la disposición de Dios que han permitido los actos nacidos de la ceguera de los hombres para realizar el designio de nuestra salvación (Hch 3, 17-18).
Dios no hace ni quiere el mal, ni la muerte. Dios ama todo lo que creó, y ama al pecador.
Jesús libremente y por amor asumió el sufrimiento derivado del pecado de los hombres hasta su culminación en la muerte.
Dios Padre no es causa directa de la muerte de su Hijo, solamente la permite.
El Padre es sólo causa indirecta o permisiva: no quiere su muerte, ni mucho menos la causa, sino que la tolera.
Si la permitió, aunque no la causara, es porque de ahí provendría un bien mayor. La gloria y la exaltación de Cristo que siguió a su muerte son mucho más valiosas que los sufrimientos que padeció.
¿En qué sentido se puede decir que el Padre entregó a su Hijo por nosotros?
1.- Para reparar los pecados del género humano.
2.- Llenando de caridad a Jesús, le inspiró la voluntad de padecer por nosotros.
3.- En la Pasión no lo protegió, pudiendo, de los perseguidores.
 
LOS AUTORES DE LA PASIÓN Y MUERTE DE CRISTO
Los autores de la Pasión de Jesús son los que tenían la intención de matarlo, lo condenaron y le hicieron sufrir los tormentos que produjeron su muerte.
La Escritura afirma que detrás de todos ellos actúa Satanás que es homicida desde el principio (Jn 8,44).
Los falsos motivos que aducían los judíos para rechazarle fueron principalmente:
1.- El valor de la Ley de Moisés.
2.- El sentido del Templo de Jerusalén.
3.- La declaración de Jesús de ser Hijo de Dios.
Judas Iscariote: Uno de los Doce, uno de los amigos íntimos del Maestro. Traiciona a Jesús, le entrega a los judíos. ¿Por qué? Conocía bien su vida y su doctrina. Posiblemente no compartía la manera de actuar de Jesús respecto a la liberación del pueblo judío y esperaba un Mesías más político y violento.
Las autoridades judías, el Sanedrín, tuvieron la información suficiente para saber que Jesús era el Mesías prometido y le rechazaron. Tuvieron odio y envidia, le declararon reo de muerte, y forzaron a Pilato para que lo crucificaran. Pudieron tener algo de ignorancia; pero fueron realmente culpables porque habían contemplado la enseñanza y los signos (milagros) del Reino de Dios que predicó Jesús.
Pilato condenó a Jesús por temor mundano al Cesar. Su culpa fue menor pues no conocía que Jesús era el Mesías Hijo de Dios.
La muchedumbre del pueblo, que pidió a gritos la crucifixión del señor, y ratificó y aprobó su condena. Tenía un menor conocimiento que sus jefes y fue guiada y manipulada por las autoridades legítimas de su pueblo.
 
¿A JESÚS LE MATARON O ÉL SE OFRECIÓ?
Cristo voluntariamente aceptó y sufrió la Pasión por amor a su Padre y a los hombres que Dios quiere salvar. De ahí la libertad que demuestra cuando se encamina resueltamente hacia Jerusalén, sabiendo que allí iba a morir; o cuando sale al encuentro de los que le van a prender.
Jesús, no sólo como Dios sino también como hombre podía impedir su muerte de muchas formas.
Pero esa entrega no significa que se matara a sí mismo, sino que no impidió la acción de los que lo ajusticiaron. ¿Por qué?:
1.- Por coherencia con toda su vida de entrega a la voluntad de Dios y al bien de los hombres.
2.- Por correspondencia perfecta entre su libertad y hacer la voluntad del Padre.
LOS DOS JUICIOS A JESÚS
 
JUICIO RELIGIOSO:
Es la verdadera causa de su muerte. Caifás le pregunta: “Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios”; y Jesús responde claramente: “Yo soy”.
Esta expresión es el nombre de Dios en hebreo: YAWEH. Los judíos no la usaban por respeto; y Jesús se proclama Dios.
LOS DOS JUICIOS A JESÚS
 
JUICIO POLÍTICO:
Es un falso juicio, Pilatos no encuentra causa justa. Es engañado por las autoridades políticas. “Eres tu el rey de los judíos” “mi reino no es de este mundo”.
Ante un posible mesianismo político, que Jesús rechaza, es condenado por miedo al Cesar.
 
LOS PADECIMIENTOS DE CRISTO EN SU PASIÓN
Jesús padeció por parte de los judíos y de los gentiles; por parte de las autoridades, de la muchedumbre y, lo que es más penoso, por parte de sus íntimos: de Judas que le entregó, Pedro que le negó, y los suyos que le abandonaron.
Padeció interiormente en su alma hasta entrar en agonía por la tristeza y el temor ante la muerte cierta (Getsemaní).
Tuvo una inmensa pena de los pecados de todo el género humano, por la caída de Judas y el escándalo de su discípulos.
Sufrió moralmente por las humillaciones, injusticias, burlas e insultos de todos los que le perseguían.
Padeció tremendamente en su cuerpo por las terribles heridas de la flagelación, la coronación de espinas, la crucifixión con todos los sufrimientos físicos que llevaba consigo, y la horrible agonía en la cruz hasta la muerte.
Algunas cuestiones sobre la crucifixión.
 
LA CRUCIFIXIÓN
EL VALOR SALVÍFICO PARA NOSOTROS
Cristo obtiene nuestra salvación porque sus obras, nacidas de su amor y libertad, son dignas ante Dios. Su Pasión mereció la vida sobrenatural (la unión con Dios libres del pecado), la vida de gracia para todos nosotros. El bien es más fuerte que el mal; en esta película no ganaron los malos. La fuerza del amor rompe las cadenas del mal.
La Pasión es un sacrificio porque en ella Cristo se ofrece voluntariamente a su Padre para reconciliar a los hombres con Dios.
Dios produce la gracia de la unión con Él mediante la humanidad de Cristo que es el instrumento para comunicar todas las gracias a los hombres. En Jesús el hombre es divinizado, cuando nos unimos a Él por la fe viva y los sacramentos
 
CONTEMPLAR LA PASIÓN DE CRISTO HOY
¿Qué nos aporta a nuestra vida de fe la contemplación de la cruz?
1.- “El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mi” Gal 2,20.
La contemplación de la Pasión de Cristo nos mueve amarle, ya que Él nos ha dado pruebas de la verdad y de la grandeza de su amor: “Nadie tiene amor mayor que el dar uno la vida por sus amigos” Jn 15,13.
2.- Nos mueve a la contrición, a la conversión y a evitar el pecado con nuestra buena conducta: “Habéis sido comprados mediante un precio; glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo” 1 Cor 6,20.
3.- Nos mueve a seguirle e imitarle. Jesús es ejemplo de caridad, de fortaleza y paciencia, de humildad y obediencia a Dios, así como de toda virtud.
Nos mueve a la generosidad para abrazar la voluntad de Dios, aunque a veces suponga cargar con la cruz: “Si alguno quiere venir en pos de mí niéguese a sí mismo, tome la cruz de cada día y me siga” Lc 9,23.
Nos enseña el sentido del dolor y del sufrimiento, pues Él llegó a la gloria a través de su Pasión.
Nuestros sufrimientos no son una simple pena del pecado, sino que sirven de purificación. Son participación de su cruz y de su obra redentora. Son camino de la salvación y de la verdadera vida.
Para alcanzar la Vida Eterna, el Hombre Nuevo, debemos seguir a Jesús para acabar con el hombre viejo instalado en el pecado. Llamados a vivir con el Dios Amor, debemos purificar en nosotros todo lo que nos es amor, y eso duele.
 
MUCHAS GRACIAS POR VUESTRA ATENCIÓN, PACIENCIA Y CARIÑO
 

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