Cuando descubres en ti algo que es un don de Dios, debes reclamarlo y no dejar que te lo saquen. A veces, a gente que no conoce tu corazón, se le pasara totalmente por alto la importancia de algo que forma parte de tu identidad mas profunda, valiosa tanto ante tus ojos como ante los de Dios. Tal vez no te conozcan lo suficiente como para poder responder a tus necesidades genuinas. Entonces debes hablarle a tu corazón y seguir tu vocación más profunda.
Hay una parte de ti que se entrega con demásiada facilidad a la influencia ajena. Tan pronto como alguien cuestiona tus motivos, comienzas a dudar de ti mismo. Terminas coincidiendo con el otro antes de haber consultado a tu propio corazón. Así, te vuelves pasivo y simplemente asumes que el otro sabe mas.
Aquí debes prestar mucha atención a tu yo interior. “Volver a casa” y “ser devuelto a ti mismo” son expresiones que indican que tienes un fundamento interior sólido desde el cual puedes hablar y actuar (sin apologías) humilde pero convincentemente.
(Herni J.M. Nuowem, La voz interior del amor)