Me he dado cuenta …

 «Me he dado cuenta de que hay dos maneras de conversión al cristianismo o de regreso a él; bien se hace sin cuestionar nada y aceptando las cosas como son, integrándose en la denominación que haya elegido con total naturalidad o bien, la integración que se produce no son conflicto porque lo que se ha de aceptar produce algún tipo de reparo intelectual.

Muchas veces se nos pasa por alto el detalle de que regresar al cristianismo a través de una institución o denominación, convierte a esta denominación (anglicanismo, luteranismo, catolicismo romano, ortodoxia, metodismo…) en el medio de acceso a ese cristianismo que es en realidad el objetivo fundamental que nos viene a motivar.

Hay quien queriendo ser cristiana se convierte no al cristianismo sino a la denominación que lo acoge.

Y cada uno se dirige a la denominación que según su modo personal de percibir la espiritualidad encuentra conveniente, la existencia de distintas ramas del cristianismo es una bendición aunque nos cuesta verlo de tal modo.

Es más sencillo desarrollar una experiencia espiritual, cuando entiendes que la denominación es solo un medio, que cuando consideras que ella es el objetivo último.

Algo que se nos advierte ya desde los mismos orígenes en 1 de Corintios 3

3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?

4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?

5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.

6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.

7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.

8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.

9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

El problema de ser primero católico y luego cristiano, o anglicano y luego cristiano o ortodoxo y luego cristiano, etc, es que genera la voluntad de alcanzar el poder para esa denominación, porque las particularidades doctrinales son creaciones de la mente humana y esa mente, está influenciada por el anhelo de Poder. Considerar que la particularidad es La Verdad revelada.

Uno de los problemas que la propia doctrina cristiana genera, el de dejarlo todo en manos de Dios, pensar que el ser humano por si mismo no puede hacer nada y lo debe de hacer todo, resolver las cuestiones conflictivas es una obligación humana, si tenemos libre albedrío tenemos una responsabilidad por nuestros actos.

Por eso en ocasiones, para aquellos que al regresar al cristianismo encontramos que las contradicciones y los conflictos nos animan a dejar el cristianismo, hasta que venimos a entender que el objetivo último no son las denominaciones sino el Espíritu que anima a seguir a Cristo y que está por encima de las doctrinas estructuras organizativas humanas, viciadas por el orgullo, la vanidad…

Vicente R. Palamás


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