Sabete verdaderamente amado

Algunos han tenido vidas tan oprimidas que sus verdaderas identidades se les han vuelto totalmente inalcanzables. Necesitan ayuda para quebrar esa opresión. Su poder para liberarse debe ser al menos tan fuerte como el poder que los reprime. A veces, necesitan autorización para explotar: dejar salir sus emociones mas profundas y liberarse de las fuerzas exteriores. Gritar, dar alaridos, llorar, y hasta la lucha física pueden ser expresiones de liberación.

Tú, sin embargo, no pareces necesitar de una explosión tal. Para ti, el problema no es sacar algo de tu sistema, sino incorporar algo que profundice y fortalezca tu sentido de la bondad, y que permita que tu angustia sea abrazada por el amor.

Descubrirás que, cuanto más amor puedas incorporar y sostener, menos temeroso te volverás. Hablaras de manera más simple, más directa y más libre sobre lo que es importante para ti, sin temer las reacciones de los demás. Además, usaras menos palabras, confiando en que lograras comunicar tu verdadera identidad aun cuando no hables demasiado.

Los discípulos de Jesús tenían una sensación real de su amorosa presencia cuando salían a predicar. Lo habían visto, habían comido con El y habían hablado con El después de su Resurrección. Habían llegado a vivir una profunda relación con El y habían sacado de esa relación la fuerza para hablar claro en forma directa y simple, sin temor de ser malinterpretados ni rechazados.

Cuanto mas llegas a conocerte (espíritu, mente y cuerpo) como verdaderamente amado, mas libre serás para proclamar las buenas nuevas. Esa es la liberación de los hijos de Dios.

(Herni J. M. Nouewen, La voz interior del amor) 

 


Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad