Retiro «Adviento en colores»

Cuando:
29 de noviembre de 2014 a las 09:00 – 18:00 Europe/Madrid Zona Horaria
2014-11-29T09:00:00+01:00
2014-11-29T18:00:00+01:00

El sábado 29 de noviembre, tuvo lugar el retiro de Adviento en la parroquia de Los Santos Apóstoles (Boadilla del Monte). Correrá a cargo de Juan, que escribió la tesina «También los homosexuales son Hijos de Dios» y ha dado varias charlas y retiros en CRISMHOM como «La homosexualidad en las grandes religiones»,  «La homosexualidad: qué dice la iglesia» o «Acompañamiento espiritual en personas homosexuales: dificultades y retos de un acompañante». Este retiro hará un recorrido por los colores de las cuatro velas de la corona de Adviento: verde para la esperanza, morada para la conversión, roja para el Espíritu y blanca para María. Este recorrido se realizará desde el mensaje de esperanza propio de Adviento. Puedes descargarte los MATERIALES y la ORACIÓN inicial.

 Este retiro tuvo lugar en la singular parroquia de Los Santos Apóstoles en la urbanización Las Lomas (Boadilla del Monte). Para llegar a ella, se organizarán coches particulares. Puedes ver la localización en Google Maps pulsando AQUÍ. Si necesitas instrucciones escritas, bájate el plano adjunto a esta página.

 

“Allanad el camino”

CRISMHOM: Retiro de Adviento 2014

 

 “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.” (EG 1)

 

Salmo 62

 

¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,

mi alma está sedienta de ti

mi carne tiene ansias de ti,

como tierra reseca, agostada, sin agua.

 

¡Cómo te contemplaba en el santuario

viendo tu fuerza y tu gloria!

Tu gracia vale más que la vida,

te alabarán mis labios.

 

Toda mi vida te bendeciré

y alzaré las manos invocándote.

Me saciaré de manjares exquisitos,

y mis labios te alabarán jubilosos.

 

En el lecho me acuerdo de ti

y velando medito en ti,

porque fuiste mi auxilio,

y a las sombras de tus alas canto con júbilo;

mi alma está unida a ti, y

tu diestra me sostiene.

 


 

“Allanad el camino”

CRISMHOM: Retiro de Adviento 2014

 

“Nos encontramos en tiempo de Adviento, un tiempo que la Iglesia reserva a prepararse a la venida de Jesús. Un tiempo de interiorización, de revisión y de disponer el corazón a acoger su Luz”.

Creo que hemos escuchado estas palabras cientos de veces. Casi tantas que ya nos suenan a redichas. Casi gastadas. Y así será si no las hacemos nuestras. Es el gran peligro que corre oír demasiadas cosas o algo demasiadas veces; una buena fórmula para no escuchar nada.

En estos últimos meses, en la Iglesia venimos escuchando muchos, muchísimos mensajes, y corremos el riesgo de que no sean más que frases bien dichas que al ir acumulándose van quedando sepultadas por la nuevas que van llegando.

Es necesario parar y dejar un tiempo a la interiorización, de ahí la importancia de un “retiro”.

 

1- Aspectos básicos a tener en cuenta

 

1.a- Bajo el signo de la exhortación Evangelii Gaudium

Estamos bajo el signo y la invitación de la exhortación del papa “La alegría del Evangelio”. Todos somos mensajeros de la alegría desde nuestra realidad y la pertenencia a la Iglesia enviada a llevar una Buena Noticia.

EG 1: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.”

La invitación de ser una Iglesia en camino, una Iglesia dinámica, evangelizadora, está en la base de esta exhortación. Este año, los textos de adviento están bajo el signo de “Cumplir nuestra tarea, nuestra vocación”: hemos sido enviados, como el Bautista o María con una tarea, “preparar el amino y anunciar a Jesús”.

 

1.b- Es un retiro de CRISMHOM

Sea cual sea nuestra realidad, hoy adquiere una relevancia particular el hecho de la experiencia de la persona, del cristiano LGTB.

Gay significa alegre; es paradójico que es use este término para designar a alguien a quien se desprecia y que vive acosado y abocado al desprecio y la soledad; incluso, por qué no decirlo, a la marginación por parte de aquellos que se declaran contrarios al marginar.

El hecho de que la persona homosexual es rechazada, y esto no es una ilusión ni un slogan. Está claro que en la actualidad existe mayor aceptación en ciertos ámbitos y, afortunadamente, en estos meses hemos visto cómo hasta en la Iglesia se abren puertas. Pero mirando la realidad, sigue habiendo un estigma que planea sobre esta realidad (cfr. encuesta COGAM en la web de CRISMHOM).

Podríamos quedarnos en un lamentarnos o quejarnos, actitud muy frecuente, o podemos volvernos hacia la auténtica actitud cristiana, la del propio Jesús.

Ser cristiano es saber sacar fuerzas de flaqueza (2Cor) y convertir lo que es una tara o un defecto en un arma de gran valor, en definitiva, hacer que la muerte se convierta en la victoria de la resurrección, que la humillación y el desprecio se conviertan en aureola. Presumo de mis debilidades… dice Pablo (2Cor 12,8).

¿Se puede presumir de ser gay? Yo creo que sí; se puede presumir de ser especialista en ser dejado de lado o ser marginado, porque el bienaventurado es el pobre, el que tiene hambre y el perseguido por la justicia.

Permitidme que os recuerde las cuatro bienaventuranzas que trazan el perfil del auténtico cristiano:

–         Limpio de corazón: aquel que ve al otro sin prejuicios ni etiquetas, sino como alguien creado y amado por Dios, y lo acepta y ama tal cual es.

–         Misericordioso: aquel que tiene la capacidad de sentir lo que siente el otro. Alegría, tristeza, esperanza, … (LG 1: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo.”). (EG: “…la Iglesia es el pueblo de Dios y debe ser, conforme al proyecto de amor de nuestro Padre Dios, ‘el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio’.)

–         El que busca la justicia: quien sabe dar a cada uno lo que se merece y le corresponde. (Mt 6,33: “… buscad primero el reino de Dios y su justicia, y lo demás se os dará por añadidura.”).

–         El que transmite la paz. Aquel que vive lo que expresa con mucho acierto la oración atribuida a San Francisco; “donde haya odio, ponga amor; donde haya tristeza, ponga alegría; donde hay tinieblas, ponga luz”;… pero, sobre todo, “que no me empeñe tanto en ser consolado como en consolar,…”

Cada uno ha recibido unos dones, unos talentos, una forma de ser. Comprendido o no por los demás, valorado o no, lo cierto cada uno de nosotros tenemos unos talentos específicos y, no para esconderlos, sino para utilizarlos.

Para ello hay que ser conscientes de qué hemos recibido y el adviento es tiempo de hacer balance, de ver si estanos realmente realizando nuestra tarea.

 

1.c- Estamos en el ciclo litúrgico B.

Es un dato aparentemente sin importancia, pero se supone que este retiro es un prólogo a las lecturas y reflexiones de los cuatro domingos que iniciamos.

Seguramente, todos habéis participado en celebraciones donde vamos encendiendo las cuatro velas de la Corona de Adviento; verde, morada, roja y blanca.

No se trata de mera decoración, sino que, como todo en la liturgia, tiene un significado. Si seguimos los evangelios de los ciclos A y C, el verde tiene como tema la esperanza, el morado, la conversión, el rojo el Espíritu Santo y el blanco, María.

En este ciclo B, los cuatro temas están presentes, de hecho los tocaremos a continuación, pero los Evangelios nos muestran una línea de predicación:

–         Dios nos ha escogido y nos da una misión, una tarea (por eso somos esperanza)

–         Nos envía a preparar los caminos: el bautismo y la conversión

–         Somos testigos y misioneros bajo el impulso del Espíritu

–         El ejemplo de María: “¡Hágase!”

 

Desde aquí adquieren gran valor las palabras de EG:

EG 120: “En virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero (cf. Mt 28,19). Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador, y sería inadecuado pensar en un esquema de evangelización llevado adelante por actores calificados donde el resto del pueblo fiel sea sólo receptivo de sus acciones. La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados. Esta convicción se convierte en un llamado dirigido a cada cristiano, para que nadie postergue su compromiso con la evangelización, pues si uno de verdad ha hecho una experiencia del amor de Dios que lo salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo, no puede esperar que le den muchos cursos o largas instrucciones. Todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos «discípulos» y «misioneros», sino que somos siempre «discípulos misioneros».”

 

2- Los colores del Adviento

 

2.a- La llamada a la esperanza

Transmitir razones para la esperanza: la persona que transmite alegría no es necesariamente la que ha vivido alegremente y fácilmente, sino aquella que desde su experiencia, a veces difícil y compleja, es capaz de detectar la necesidad y el anhelo de quien se encuentra ante él.

El seguidor de Jesús, el bienaventurado, es quien está realmente en medida de transmitir un mensaje de esperanza. No sólo de transmitirlo de palabra, sino ratificándolo con las obras

EG 3: “Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor»”.

Para buscar y tener esperanza es necesario vivir desesperanzado o tener motivos de desesperanza, como el alejado o el rechazado, el sucio o el negativo.

 

2.b- La conversión

–         Nuestro proceso de conversión implica trabajo sobre nosotros mismos. Un trabajo a largo plazo y poco a poco.

–         Para eso, primero es necesario conocernos:

o       Asumir quién y cómo somos, tal y como Dios nos ha hecho y nos ha puesto en el mundo.

o       Conocer nuestros talentos y posibilidades. Qué espera Dios de nosotros.

o       Saber en qué punto nos encontramos en el proceso.

o       Implica un trabajo de acercamiento a Dios para conocer su voluntad.

o       Supone un trabajo de ascesis, de lograr que nuestro ser (cuerpo, mente, psique, sentimientos, fe,…) funcionen al unísono y unificadamente.

o       Lleva consigo la búsqueda del equilibrio.

–         La autocrítica y la revisión interna es un instrumento para saber el estado en el que estamos, porque la vida no es un alcanzar metas, somos seres vivos, sujetos a cambios continuos y a evolución.

–         La oración y relación con Dios, el saber ponernos ante aquel que nos conoce desde siempre, que nos sirve de referencia.

–         La escucha de la Palabra.

–         Saber que somos “con otros”, “no es bueno que el hombre esté sólo”. El ser humano es un “ser en relación”, no vivimos en burbujas. La conversión se verifica en la relación con los demás. Por eso somos camino para que el otro pueda transitar, y de hecho lo hacen, a pesar de nosotros mismos.

–         Allanar el camino para que pase el otro. Si nos convertimos en camino agradable de transitar estamos ofreciéndonos como cauce para la realización del otro.

o       Hay que ver primero qué escollos presentamos. Son las dificultades que hace que el otro se aleje de nosotros y busque otros caminos por los que transitar. Este año B, escucharemos por dos veces el mensaje del Bautista. La gente venía a él. ¿Porqué?

o       Seguidamente debemos ser una camino recto y llaneante, sin subidas difíciles, sin curvas que deparan sorpresas. Si soy una persona imprevisible, opaca, hará que la gente piense que a la vuelta de la esquina le esperan sorpresas. En definitiva, un camino seguro.

o       En tercer lugar, debe ser un camino recto, una camino donde se sabe cuál es el fin. Es frecuente que nos mostremos como un riesgo a tomar, nos ofrecemos pero no se sabe cómo acabaremos. Debemos ser un camino que da garantías.

 

2.c- El Espíritu Santo

Una de las grandes aportaciones y revelaciones que nos trajo Jesús es la presencia y acción del Espíritu en nosotros, en la comunidad y en el mundo.

Pablo habla de transitar el camino del Espíritu (Ef, Col). Si tú eres camino, debes ser camino del Espíritu.

Ef 4, 1-6:

“Hermanos:

Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andáis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.

Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.”

 

2.d- María, imagen del cristiano

María es, sin duda, el paradigma del cristiano.

–         Humildad: María proclama las grandezas del Señor, porque ha sido mirada por Él: , a pesar de su humillación, ha descubierto que Dios ha hecho obras grandes en ella.

–         Fe

–         Fidelidad

 

3- A la luz de los textos del ciclo B

 

Domingo 1: Mc 13,33-37

 “Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.”

 

Domingo 2: Mc 1,1-8:

 “Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán.

«Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo»”.

 

Domingo 3: Jn 1, 6-8.19-28

“Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venia como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.

… Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: «Allanad el camino del Señor», como dijo el profeta Isaías.»”.

 

Domingo 4: Lc 1,26-38

“Y María dijo al ángel:

– «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»

El ángel le contestó:

– «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.

Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»

María contestó:

 

– «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»”

 

 


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