Seamos misericordiosos, como nuestro Padre es misericordioso. No juzguemos y no seremos juzgados; no condenemos y no seremos condenados; perdonemos y seremos perdonados. Demos y se nos dará.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Más información